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Stamp of approval
Sello de aprobación

Stamp of approval

Story and photos by Mónica Barnkow


Juan Mariel Alcántara Peña in uniform.
Juan Mariel Alcántara Peña in uniform.

The day the two planes crashed into the Twin Towers, Juan Mariel Alcántara Peña made his decision.

He would join the United States Army.

Alcántara had moved to Washington Heights with his family from the Dominican Republic when he was just 5 years old.

Growing up in Northern Manhattan, he served as a mentor to friends and peers.

“Everywhere my brother went, he would always smile,” recalled Fredelinda Peña, Alcántara’s sister.

“Such a spirit, soul, energy allowed him to be part of an ongoing battle to fight.”

Though Alcántara had not yet become a U.S. citizen, the terrorist acts of September 11th moved him to enlist at 19.

Three years later, he was on active duty in Iraq when a bomb detonated and killed him and two fellow servicemen.

He was 22.

This past December 16th, 2014, President Barack Obama signed into law the designation of the Inwood Post Office in honor of Corporal Juan Mariel Alcántara. A fellow veteran, Congressman Charles Rangel sponsored the legislation, and with the aid of Senators Charles Schumer and Kirsten Gillibrand, the bill unanimously passed in both chambers.

“We wanted to make sure people don’t forget those who sacrificed for this community and this country,” said Rangel.

The family and elected officials.
The family and elected officials.

“We honor a man who did not come to the United States to be a soldier, but nevertheless jumped at the opportunity to serve in the United States Armed Forces,” he noted. “Corporal Alcántara was a kind-hearted individual who was always concerned with helping others. He is a hero.”

Alcántara was also posthumously awarded the Bronze Star Medal, Purple Heart, and Army Good Conduct Medal, and he was given the Army’s Commendation Medal and U.S. naturalization.

Family members, elected officials, veterans, and community residents gathered at the post office at 90 Vermilyea Avenue for the rededication ceremony on Sat., Aug. 8th.

In addition to Rangel, U.S. Postal Service New York District Manager Lorraine Castellano; Cónsul General of the Dominican Republic in New York Eduardo Selman; City Commissioner of Veterans’ Affairs Loree Sutton; Manhattan Borough President Gale Brewer; and Assemblymembers Guillermo Linares and Keith Wright attended.

George Fernández, Community Board 12 Chair, who officiated as master of ceremony, commented, “This man sacrificed for the freedom of all here.”

A white tent shielded attendees from the bright sun, though little could conceal the high level of emotion. The program was, at turns, somber and celebratory, and featured speakers offering personal reminiscences; leaders who bestowed proclamations; and music from the United States Military Band from West Point Academy.

“I lost my only son,” said mother María Alcántara Disla.
“I lost my only son,” said mother María Alcántara Disla.

At times, family members and friends wept openly.

“I have mixed feelings,” revealed mother María Alcántara Disla. “On one hand, I am happy, but on the other hand, I lost my only son.”

She was joined by Alcántara’s sisters, and his fiancée.

Standing close by was the young corporal’s daughter Jaylaine, born a few weeks before her father’s death.

She never met her father – and was visibly emotional throughout the ceremony.

Lieutenant Colonel Teddy Kleisner trained with Alcántara. They were deployed and fought in combat together.

“I remember a man that stood up from Day One. El siempre sonríe [He always smiles]. He lifted us up,” he said. “We all loved him, [and] he will always be our brother.”

Assemblymember Guillermo Linares lauded the young man’s patriotic spirit.

“He is a symbol of the maximum sacrifice for the freedom that we enjoy,” said Linares. “He is a hero, not only for this community, but for humanity.”

Rubén Darío Luna Martínez, a Congressional representative from the Dominican Republic, said that such valor would prove an enduring – and inspiring – standard.

He immigrated from the Dominican Republic.
He immigrated from the Dominican Republic.

“We are very proud of him,” said Martinez. “We are going to have him in our memory for the rest of our lives.”

Selman concurred.

“He will always be remembered,” said the Cónsul General.

But for Mercedes Disla, while the pomp and circumstance were welcome, the event offered another opportunity to recall a young cousin she knew as humble and caring – and gone too soon.

“It feels good that he is being recognized for what he did for the country,” she said. “But it is also sad, because I would like to have him alive.”

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Sello de aprobación

Historia y fotos por Mónica Barnkow


City Commissioner of Veterans’ Affairs Loree Sutton.
Loree Sutton, comisionada de Asuntos de Veteranos de la ciudad.

El día en que los dos aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas, Juan Mariel Alcántara Peña tomó su decisión.

Él se uniría al ejército de los Estados Unidos.

Alcántara se mudó a Washington Heights con su familia desde la República Dominicana cuando tenía tan solo cinco años de edad. Creciendo en el Norte de Manhattan, se desempeñó como mentor para sus amigos y compañeros.

“A donde quiera que mi hermano iba, siempre sonreía”, recordó Fredelinda Peña, hermana de Alcántara.

“Ese espíritu, su alma, su energía, le permitieron ser parte de una batalla continua”.

Aunque Alcántara aún no se había convertido todavía en un ciudadano de Estados Unidos, los actos terroristas del 11 de septiembre le provocaron enlistarse a los 19 años.

Tres años más tarde, estaba en servicio activo en Irak cuando una bomba detonó y él y dos compañeros militares fueron asesinados.

Él tenía 22 años.

El pasado 16 de diciembre de 2014, el presidente Barack Obama firmó la Ley de designación de la oficina de correos de Inwood en honor al cabo Juan Mariel Alcántara. Un compañero veterano, el congresista Charles Rangel, auspició la legislación, y con la ayuda de los senadores Charles Schumer y Kirsten Gillibrand, el proyecto de ley fue aprobado por unanimidad en ambas cámaras.

Sister Fredelinda Peña.
La Hermana, Fredelinda Peña.

“Queremos que la gente recuerde a quienes que se sacrificaron por esta comunidad y este país”, dijo Rangel.

“Honramos a un hombre que no vino a los Estados Unidos para ser un soldado, sin embargo aprovechó la oportunidad de servir en sus Fuerzas Armadas”, señaló. “El cabo Alcántara era una persona de buen corazón que siempre se preocupó por ayudar a los demás. Es un héroe”.

Alcántara también recibió de forma póstuma la medalla Estrella de Bronce, el Corazón Púrpura y la medalla de Buena Conducta del ejército, además se le otorgó medalla Encomienda del Ejército y la naturalización estadounidense.

Miembros de la familia, funcionarios electos, veteranos y residentes de la comunidad se reunieron en la oficina de correos en el No. 90 de la avenida Vermilyea para la ceremonia de reinauguración el sábado 8 de agosto.

Además de Rangel, la gerente de distrito de Nueva York del Servicio Postal de Estados Unidos, Lorena Castellano; el cónsul general de la República Dominicana en Nueva York, Eduardo Selman; la comisionada de Asuntos de Veteranos de la ciudad, Loree Sutton; la presidenta del condado de Manhattan, Gale Brewer y los asambleístas Guillermo Linares y Keith Wright, asistieron.

Jorge Fernández, presidente de la Junta Comunitaria 12, quien ofició como maestro de ceremonias, comentó: “Este hombre se sacrificó por la libertad de todos aquí”.

Lt. Colonel Daniel Elliot is Deputy Director of U.S. Army Public Affairs, Northeast.
El teniente coronel Daniel Elliot es director adjunto de Asuntos Públicos del ejército de los Estados Unidos, Noreste.

Una carpa blanca protegió a los asistentes del sol brillante, aunque poco pudo hacer para ocultar el alto nivel de emoción. El programa fue sombrío en algunos momentos, pero también de celebración, y contó con oradores que ofrecieron recuerdos personales, con líderes que confirieron proclamas y hubo música de la Banda Militar de los Estados Unidos de la Academia de West Point.

Los familiares y amigos lloraron abiertamente a veces.

“Tengo sentimientos encontrados”, reveló la madre, María Alcántara Disla. “Por un lado estoy feliz, pero por otro perdí a mi único hijo”.

Ella se unió a las hermanas de Alcántara, y a su prometida.

De pie cerca estaba Jaylaine, la hija del joven cabo, nacida un par de semanas antes de la muerte de su padre.

Nunca conoció a su padre, y estuvo visiblemente emocionada durante toda la ceremonia.

El teniente coronel Teddy Kleisner entrenó con Alcántara. Ellos se desplegaron y lucharon juntos en combate.

“Recuerdo a un hombre que se luchó desde el primer día. Él siempre sonreía. Nos animaba”, dijo. “Todos lo queríamos y siempre será nuestro hermano”.

El asambleísta Guillermo Linares elogió el espíritu patriótico del joven.

“Él es un símbolo del sacrificio máximo por la libertad que disfrutamos”, dijo Linares. “Él es un héroe, no sólo para esta comunidad, sino para la humanidad”.

Assemblymember Guillermo Linares.
Guillermo Linares, asambleísta.

Rubén Darío Luna Martínez, representante del Congreso de la República Dominicana, dijo que tanto valor demostraba un perdurable -e inspirador- estándar.

“Estamos muy orgullosos de él”, dijo Martínez. “Vamos a tenerlo en nuestra memoria por el resto de nuestras vidas”.

Selman estuvo de acuerdo.

“Él siempre será recordado”, dijo el cónsul general.

Pero para Mercedes Disla, si bien la pompa y la circunstancia eran bienvenidas, el evento ofreció otra oportunidad para recordar a un primo joven, humilde y cariñoso, y que se fue demasiado pronto.

“Se siente bien que lo están reconocido por lo que hizo por el país”, dijo. “Pero también es triste, porque me gustaría que estuviera vivo”.

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