Love, on top
Story by Robin Elisabeth Kilmer
María DelCarmen grew up seeing the Empire State Building from her family’s apartment in the South Bronx.
But on Valentine’s Day this year, her view of the iconic building will be a little different.
DelCarmen and her fiancé, Brendan Goldblatt, were one of three couples selected in the Empire State Building’s Annual Valentine’s Day Wedding contest, in which couples with a unique connection to the iconic edifice were selected to celebrate their wedding or renew their vows atop the building.
The Valentine’s Day Weddings Event is the only day of the year couples can wed at the Empire State Building.
This year marks two decades of the tradition.
“As the Empire State Building celebrates its 20th anniversary of Valentine’s Day weddings, the tradition of romance and special moments with this iconic building continues,” said Empire State Building Director of Brand Development and Public Relations Melanie Maasch. “We are thrilled to partner with RedEnvelope and ProFlowers, as they will create the finest weddings for the couples, making this an extraordinary milestone to celebrate.”
The morning of Feb. 14th, each couple, together with 24 of their guests, will marry in a private ceremony, designed by RedEnvelope and ProFlowers. The couples will wed under a custom-designed floral altar by ProFlowers, and enjoy a champagne toast and gifting suite, personalized by RedEnvelope. The event will conclude with a VIP visit to the world-famous 86th Floor Observatory.
“I remember thinking it was a castle. It was so big,” said DelCarmen of her early memories of the skyscraper. “I always admired it.”
But her first time actually visiting the deck of the Empire State Building was this winter, when Goldblatt announced to her that they would get married there.
The two started dating eight years ago, when Goldblatt, a Brooklyn native, saw DelCarmen at a bar in midtown and asked her to dance. The music never stopped for the two, and in 2009, they planned on being married in Virginia Beach, where Goldblatt’s grandparents met.
But then they were surprised to find out that DelCarmen was pregnant with their daughter, Victoria, who is now three.
They called the wedding off to save money.
“We made the right decision at the right time,” said DelCarmen.
The couple now lives in Inwood, and had considered getting married at City Hall, but they had their hearts set on a grander wedding.
When Goldblatt heard about the competition, he seized on the opportunity, and unbeknownst to DelCarmen, decided to enter with a short film he taped in the Empire State Building’s lobby.
“All these tourists were asking me to take pictures of them,” laughed Goldblatt in telling the story of being confused for a celebrity.
But the thrill of fleeting fame was nothing in comparison to later finding out that he had beaten out contestants from all 50 states to win the contest.
“The only thing that could top it is getting married at the Taj Mahal,” said Goldblatt. “As a native New Yorker, I couldn’t be happier.”
Once he found out that he had been selected, he lured DelCarmen to the Empire State Building, telling her that she would be an extra in a commercial that his extermination company was filming.
But DelCarmen would soon find out that she was not there for a stand-in role. She would be taking center stage as a bride.
“We’ve seen this icon our whole lives, so to get married there—it doesn’t get any better than that,” said DelCarmen.
“It was the greatest experience of my life,” added Goldblatt.
Many of DelCarmen and Goldblatt’s guests will be experiencing the grandeur of the building for the first time.
Victoria will be the flower girl.
Their only concern is that the weather, which has been particularly inclement this year, cooperate.
“Please, we’re hoping for no snow!” said DelCarmen.
But even that is inconsequential, explained her beau.
“Not that it matters,” said Goldblatt. “Neither rain, nor sleet, nor snow can keep me from my love.”
Amor en la Cima
Historia por Robin Elisabeth Kilmer
María DelCarmen creció viendo el Edificio Empire State desde el apartamento de su familia en el Sur del Bronx.
Pero el Día de San Valentín de este año, su vista del icónico edificio será un poco diferente.
DelCarmen y su novio, Brendan Goldblatt, fueron una de tres parejas seleccionadas en el concurso anual de la Boda del Día de San Valentín del Edificio Empire State para ser casadas o celebrar su renovación de votos matrimoniales en el tope del edificio el Día de San Valentín.
El Dia de San Valentín es el único día del año que las parejas pueden casarse en el Edificio Empire State.
Este año, se cumple las dos décadas de la tradición.
“A medida que el Empire State Building celebra su 20mo aniversario de bodas de San Valentín, la tradición del romance y momentos especiales con este icónico edificio continúa,” dijo Melanie Maasch, la Directora de Relaciones Públicas del Edificio Empire State. “Estamos encantados de asociarnos con RedEnvelope y ProFlowers, ya que crean las mejores bodas, haciendo de este un hito extraordinario para celebrar. ”
La mañana del 14 de febrero, cada pareja, junto con 24 de sus invitados, se casará en una ceremonia privada, diseñado por RedEnvelope y ProFlowers. Las parejas se casaran bajo un altar de flores de diseño personalizado por ProFlowers, y disfrutaran de un brindis con champán y una suite de regalos, personalizado por RedEnvelope. El evento concluirá con una visita VIP al Observatorio Piso 86 de fama mundial.
“Recuerdo pensar que era un castillo. Era tan grande. Siempre lo admiré”, dijo DelCarmen de sus primeras experiencias admirando el famoso rascacielos.
Pero su primera vez visitando la cubierta del Edificio Empire State fue este invierno, cuando Goldblatt le anunció que se casarían ahí.
Los dos comenzaron a salir hace ocho años, cuando Goldblatt, oriundo de Brooklyn, vio a DelCarmen en una barra en el centro de la ciudad y la invitó a bailar. En el 2009, planearon casarse en Virginia Beach, donde se conocieron los abuelos de Goldblatt. Pero entonces se sorprendieron al saber que DelCarmen estaba embarazada con su hija, Victoria, quien ahora tiene tres años.
Cancelaron la boda para ahorrar dinero.
“Tomamos la decisión correcta en el momento correcto”, dijo DelCarmen.
La pareja, que ahora vive en Inwood, consideró casarse en el Ayuntamiento, pero tenían sus corazones puestos en una boda más grande.
Cuando Goldblatt supo del concurso, vio la oportunidad y a espaldas de DelCarmen, decidió entrar en la competencia con una pequeña película que grabó en el vestíbulo del Edificio Empire State.
“Todos estos turistas me estaban pidiendo que le tomara fotos”, recordó Goldblatt de cómo ellos los confundian por alguien famoso.
Pero la emoción de la fama efímera era nada en comparación después al saber que él había derrotado a los concursantes de los 50 estados para ganarse la boda.
“Lo único que le puede ganar es casarnos en el Taj Mahal”, dijo Goldblatt. “Como oriundo de Nueva York, no puedo estar más feliz”.
Una vez que se enteró de que había sido seleccionado, él atrajo DelCarmen al Empire State Building, diciéndole que iba a ser un extra en un comercial que su empresa de exterminio estaba filmando.
Pero DelCarmen pronto descubrio que ella no estaba allí para un papel de suplente. Ella iba a tomar el centro del escenario como una novia.
“Hemos visto este ícono toda nuestra vida, así es que el casarnos ahí – no se puede poner mejor”, dijo DelCarmen.
“Fue la experiencia más grande de mi vida”, dijo Goldblatt.
Muchos de los invitados experimentará la grandeza del edificio tambien por primera vez.
Y Victoria será la niña que lleva las flores.
Los dos se casarán al frente de un estimado de 25 invitados, incluyendo amigos y familiares que nunca han estado en el Edificio Empire State.
Victoria será la niña que lleva las flores.
Esperan que el tiempo, que ha sido particularmente inclemente este año, sea piadoso en el día de su boda.
“Por favor, esperamos que no caiga nieve”, dijo DelCarmen.
Pero incluso eso es insignificante, explicó su novio.
“No que importe”, dijo Goldblatt. “Ni la lluvia, ni la nieve puede alejarme de mi amor”.
