Soaring high
Elevándose por lo alto

Soaring high

Story by Robin Elisabeth Kilmer

Tyler Brown was born to dance.

At 21, she is well on her way to following her dream of becoming a dancer in the Alvin Ailey II, which Brown describes as the company’s “minor leagues.”

She was chosen as one of the troupe’s featured dancers for the 40th season at the Ailey Citigroup Theater.

“I know I’m at the right place, at the right time,” she said.

Brown was born in the Kingsbridge area of the Bronx, and grew up in Marble Hill. Though she later moved to Baltimore with her family, she still has plenty of connections to her uptown upbringing.

“It’ll always be home for me,” she said.

Her favorite memories as a kid was going to the Bronx Zoo, attending Saint Stephen’s United Methodist Church in Marble Hill with her grandmother, and later going to the now-defunct Pivot Diner every Sunday.

She still comes to Marble Hill to visit her grandmother—and to get her hair done at Estela’s Hair Salon, also in Kingsbridge. She likes the friendly atmosphere she has grown used to since childhood when her grandmother took her to the salon.

“It feels like family every time I go there,” she said.

As a child, Brown’s love of dance was supported by her parents, who enrolled her in classes at an early age. She recalls her mother driving her to class, while she did her homework in the car.

At 18, Brown was accepted on scholarship to attend the Ailey School, the world-class dance academy affiliated with the dance company, and moved to New York City on her own. Students at the school take classes and collaborate with Alvin Ailey’s principal company.

Since joining Ailey II, she has traveled outside of the country for the first time to France, Germany and Poland, experiencing new cultures and performing in front of diverse audiences.

But there have been challenges.

“The hardest [thing] for me was understanding the concept of letting go and presenting who I really am. Naturally I take a longer time to show who I am, or to warm up to people,” she said. “The dance world doesn’t have time for that. Approaching every ballet, routine or choreography with confidence, and showing off what makes me. That didn’t come natural.”

But her perseverance has paid off – and her hard work is readily acknowledged by her mentors.

“She’s very talented—one of the best dancers in the school,” said Troy Powell, the Artistic Director of Alvin Ailey II.

“Tyler was always the type of dancer that has such sensitivity about her,” he added. “She has a goddess-like quality.”

That sensitivity has been put to good use in the works Brown will appear in this year. She is the featured dancer in several dances, including the premiere of Cuore Sott’olio (“Heart submerged in oil”) by Polish choreographer Katarzyna Skarpetowska. The dance tells the tale of a woman reliving her past relationships.

One of her favorite moments in the piece, explained Brown, is when she slowly walks across the stage in a moment of reflection. She said she draws from personal experience to bring out the essence of the moment.

“I think about where I came from, and my family. I channel that: looking into the past and going to the future.”

That touch of theater within dance is what she enjoys the most.

“I get to express what I’m feeling and tell a story for the audience,” she said.

Her own story has provided lessons she hopes will be of use to aspirants seeking to follow in her pointe shoes.

“Stay optimistic and trust in your ability and in who you are,” she urges.

A dream board will also help, she said. A dream board is a bulletin board or a poster that one designs with images that represent their dreams come true. It can be placed above one’s bed or anywhere it is visible and is meant to serve as a visual encouragement.

Growin up, Brown’s dream board was filled with images of dancers.

“I clearly remember putting pictures of Alvin Ailey on my door,” she recalled. “The most important thing is to stay inspired.”

For more information on Tyler Brown and the Alvin Ailey II performances, please visit www.alvinailey.org/aileyII or call 866.811.4111.

Elevándose por lo alto

Historia por Robin Elisabeth Kilmer

Tyler Brown nació en el Bronx y nació para bailar.

A los 21 años, ella está bien encaminada siguiendo su sueño de convertirse en una bailarina en el Alvin Ailey II, que Brown describe como las “ligas menores” de la compañía.

Ella fue elegida como una de las bailarinas destacadas de la compañía para la temporada 40° en el Teatro Ailey Citigroup.

“Sé que estoy en el lugar correcto, en el momento adecuado”, dijo.

Brown nació en el Bronx. A pesar de que más tarde se trasladó a Baltimore con su familia, ella todavía tiene muchos recuerdos y conexiones con su condado natal.

“Siempre será un hogar para mí”, dijo.

Sus recuerdos favoritos cuando era niña son: ir al zoológico de Bronx, asistir a la Iglesia Metodista Unida de San Esteban en Marble Hill con su abuela e ir al ahora extinto Pivot Diner todos los domingos.

Ella todavía viene al condado para visitar a su abuela y que le arreglen el cabello. A ella le gusta el ambiente acogedor en el que creció desde la infancia, cuando su abuela la llevó al salón.

“Se siente como familia cada vez que voy allí”, dijo.

Cuando era niña, el amor de Brown por la danza fue apoyado por sus padres, quienes la inscribieron en las clases a una edad temprana. Ella recuerda que su madre la llevaba a clase, mientras que ella hacía su tarea en el coche.

A los 18 años, Brown fue aceptada con una beca para asistir a la Escuela Ailey, la academia de baile a nivel internacional afiliada a la compañía de danza, y se mudó a la ciudad de Nueva York por su cuenta. Los alumnos de la escuela toman clases y colaboran con la compañía principal Alvin Ailey.

Desde su incorporación a Ailey II, ha viajado fuera del país por primera vez a Francia, Alemania y Polonia, experimentando nuevas culturas y presentándose frente a diversas audiencias.

“Ella es muy talentosa, una de las mejores bailarinas de la escuela”, dijo Troy Powell, el director artístico de Alvin Ailey II.

“Tyler fue siempre el tipo de bailarina que tiene tanta sensibilidad sobre ella”, agregó. “Tiene una calidad de diosa”.

Esa sensibilidad ha sido puesta en buen uso en las obras en las que Brown aparecerá en este año. Ella es la bailarina destacada en varios bailes, incluyendo el estreno de Cuore Sott’olio (“Corazón sumergido en aceite”) de la coreógrafa polaca Katarzyna Skarpetowska. La danza cuenta la historia de una mujer que reviven sus relaciones pasadas.

Uno de sus momentos favoritos en la pieza, explicó Brown, es cuando camina lentamente por el escenario hacia el público en un momento de reflexión. Explicó que se basa en su experiencia personal para poner de manifiesto la esencia del momento.

“Pienso de dónde vengo y en mi familia. Canalizo eso: miro hacia el pasado y voy hacia el futuro”.

Ese toque de teatro dentro de la danza es lo que más disfruta.

“Tengo la oportunidad de expresar lo que siento y contar una historia para el público”, dijo.

Su propia historia ha proporcionado lecciones que ella espera que sean de utilidad para los aspirantes que desean seguir sus zapatillas de punta.

“Manténganse optimistas y confíen en su capacidad y en lo que son”, ella insta.

Un tablero de sueños también ayudará, dijo. Un tablero de sueños es un tablón de anuncios o un cartel que se diseña con imágenes que representan los sueños para que se hagan realidad. Se puede colocar por encima de la cama o en cualquier lugar que sea visible, y está destinado a servir como un estímulo visual.

Al crecer, el tablero de los sueños de Brown se llenó de imágenes de bailarines.

“Recuerdo claramente poner fotos de Alvin Ailey en mi puerta”, recordó. “Lo más importante es mantenerse inspirado”.

Para obtener más información sobre Tyler Brown y las presentaciones de Alvin Ailey II, por favor visite www.alvinailey.org/aileyII o llame al 866.811.4111.