The canvas of contention
La lucha sobre el lienzo

Story by Sherry Mazzocchi Politics is sure-fire fodder for art. That’s true in two new exhibits by Washington Heights artist Andrea Arroyo. Known for colorful paintings of free-floating goddesses, Arroyo’s work is often topical – and political. They are messages about the environment, women’s issues, and The Missing—people found dead at border crossings or in vast deserts along the U.S. and Mexico border. Like those, these two new exhibits are a call to consciousness and action. Trump’s 2016 victory was the genesis of the “Unnatural Election: Artists Speak” exhibit. After the election, Arroyo called for a global response. She asked her friends from all over the world to send her art—and to spread the word. The works flooded in, and are still coming. “I still receive something new almost every day,” she said. In the six months since the election, the collection has traveled several times. The latest and biggest show is at the Out North Contemporary Art House in Anchorage, Alaska. The exhibit features works from 230 artists from all over the world. About half of the works are from U.S. artists. Arroyo estimated that about 25 percent are from Latin America and the rest are from Asia and Europe. “No African artists – yet,” she said. The gallery and Sol de Medianoche, Alaska’s Latino newspaper, are sponsoring the show. There is a concentrated and growing population of Latin Americans in the state. According to the Pew Research Center, nearly seven percent of the state counts themselves as Hispanic—up from four percent in the 2010 census. Nearly 86 percent are U.S. born. Slightly more than half of Alaskan Hispanics are Mexican in origin. While American artists tend to focus on social justice issues, other countries focus on more global issues; the possibilities of war and the environment. Latin American artists target authoritarianism. “There is a general sense that Trump resonates with the brutal dictators of the past,” Arroyo said. “A large ego, a volatile personality, advocating police violence, a general disrespect for women, and a lack of understanding of basic governance all correspond to a series of heavy-handed rulers who have risen and fallen from barbarous regimes.” “It’s not the same, of course. But conceptually it’s pretty close,” said Arroyo. “He could be a cartoon dictator in Latin America.” Arroyo, and her husband Felipe Galindo (a New Yorker cartoonist also known as Feggo) have both contributed works to “Unnatural Election.” “Art is a healing thing—for both the creator and the viewer,” she said. “The act of making something is a positive step.” The second show organized by Arroyo focuses on steps taken to win women’s rights. The works on display at Elizabeth Cady Stanton’s historic house in Seneca Falls, New York, pay tribute to her life and work. During the 1800’s, Stanton was at the center of a group of women—called suffragettes—who fought for women’s rights and the abolition of slavery. Ahead of her time, she also held progressive views on divorce and birth control. Her Seneca Falls home is now a museum. Cady Stanton called it “the center of the rebellion” because she met there with other women, including her longtime collaborator Susan B. Anthony, wrote speeches and crafted new ideas that would shape the future. “She was an amazing activist, but she still had to be a housewife,” said Arroyo. Cady Stanton was married with seven children. While her husband Henry Stanton was a noted abolitionist, he didn’t share his wife’s views on female emancipation. Cady Stanton outlived her husband, but not long enough to see women win the right to vote. She died in 1902, almost two decades before women were allowed to wield the political levers of choice. Arroyo painted a series of porcelain plates with Cady Stanton’s quotes. The plates serve as a reminder that the political work was done on the domestic front. Amid all of the delicate china, Cady Stanton was forging ideas that would change the world. Just like democracy, Arroyo said, “China is fragile, but it can last for centuries.” The Elizabeth Cady Stanton exhibit is on display until September 1st at the house in Seneca Falls, New York. For more information, please visit www.andreaarroyo.com. Unnatural Election is on exhibit at the Out North Contemporary Art House in Anchorage, Alaska until September 1st. For more information, please visit www.unnaturalelection.com. Historia por Sherry Mazzocchi La política es un alimento seguro para el arte. Eso es cierto en dos nuevas exposiciones de la artista de Washington Heights, Andrea Arroyo. Conocida por pinturas coloridas de diosas flotantes, la obra de Arroyo es a menudo temática y política. Son mensajes sobre el medio ambiente, los asuntos de la mujer y los desaparecidos, gente muerta, encontrada en los cruces fronterizos o en vastos desiertos a lo largo de la frontera entre los Estados Unidos y México. Como esas, estas dos nuevas exhibiciones son un llamado a la conciencia y a la acción. La victoria de Trump en 2016 fue la génesis de la exhibición “Elección antinatural: los artistas hablan”. Después de las elecciones, Arroyo pidió una respuesta a sus amigos de todo el mundo, para que le enviasen su arte y difundieran la palabra. Las obras la inundaron, y todavía están llegando. “Aún recibo algo nuevo casi todos los días”, dijo. En los seis meses transcurridos desde la elección, la colección ha viajado varias veces. La última y más grande exhibición está en la Casa de Arte Contemporáneo Out North, en Anchorage, Alaska. La exposición cuenta con obras de 230 artistas de todo el mundo. Aproximadamente la mitad de las obras son de artistas estadounidenses. Arroyo estima que alrededor del 25 por ciento son de América Latina y el resto son de Asia y Europa. “No hay artistas africanos – todavía”, dijo. La galería y Sol de Medianoche, el periódico latino de Alaska, Están patrocinando la exposición. Hay una población concentrada y creciente de latinoamericanos en el estado. Según el Centro de Investigación Pew, casi el siete por ciento del estado se considera hispano, arriba del 4 por ciento en el año 2010. Casi el 86 por ciento es estadounidense. Un poco más de la mitad de los hispanos de Alaska son de origen mexicano. Si bien los artistas estadounidenses tienden a enfocarse en temas de justicia social, otros países se enfocan en temas más globales; las posibilidades de una guerra y el medio ambiente. Los artistas latinoamericanos apuntan al autoritarismo. “Hay un sentido general de que Trump resuena con los brutales dictadores del pasado”, dijo Arroyo. “Un gran ego, una personalidad volátil, un defensor de la violencia policial, muestra de una falta de respeto general por las mujeres y una falta de entendimiento de la gobernanza básica – todos corresponden a una serie de gobernantes pesados que han subido y caído de regímenes bárbaros.” “No es lo mismo, por supuesto. Pero conceptualmente está bastante cerca”, dijo Arroyo. “Podría ser un dictador de dibujos animados en América Latina”. Arroyo y su esposo Felipe Galindo (dibujante del New Yorker conocido también como Feggo) han contribuido con obras a “Elección antinatural”. “El arte es una cosa curativa, tanto para el creador como para el espectador”, dijo. “El acto de hacer algo es un paso positivo”. La segunda muestra organizada por Arroyo se centra en las medidas adoptadas para conquistar los derechos de las mujeres. Las obras expuestas en la histórica casa de Elizabeth Cady Stanton en Seneca Falls, Nueva York, rinden tributo a su vida y su trabajo. Durante los años 1800, Stanton estaba en el centro de un grupo de mujeres llamadas sufragistas, que lucharon por los derechos de las mujeres y la abolición de la esclavitud. Adelantada a su época, también tenía puntos de vista progresivos sobre el divorcio y el control de la natalidad. Su casa de Seneca Falls es ahora un museo. Cady Stanton la llamaba “el centro de la rebelión” porque se reunía ahí con otras mujeres -incluida su colaboradora de mucho tiempo Susan B. Anthony- escribía discursos y elaboraba nuevas ideas que darían forma al futuro. “Fue una activista increíble, pero tenía que ser ama de casa”, dijo Arroyo. Cady Stanton estaba casada y tenía siete hijos. Si bien su marido Henry Stanton fue un conocido abolicionista, él no compartía las opiniones de su esposa sobre la emancipación femenina. Cady Stanton sobrevivió a su marido, pero no lo suficiente para que las mujeres ganaran el derecho al voto. Murió en 1902, casi dos décadas antes de que se permitiera a las mujeres ejercer las palancas políticas de la elección. Arroyo pintó una serie de platos de porcelana con las citas de Cady Stanton. Los platos sirven para recordar que el trabajo político se realizó en el frente interno. En medio de toda la delicada porcelana, Cady Stanton forjó ideas que cambiarían el mundo. Como la democracia, dijo Arroyo: “La vajilla de porcelana es frágil, pero puede durar siglos”. La exposición de Elizabeth Cady Stanton se encuentra en exhibición hasta el 1º de septiembre en la casa de Seneca Falls, Nueva York. Para obtener más información, por favor visite www.andreaarroyo.com. Elección Antinatural está en exhibición en la Casa de Arte Contemporáneo Out North en Anchorage, Alaska, hasta el 1º de septiembre. Para obtener más información, por favor visitewww.unnaturalelection.com.The canvas of contention
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