“Tasteless Tribute”
“Tributo de mal gusto”

Anarcha, Lucy and Betsey. They had names. More than a dozen enslaved black women were purchased in the 1800’s by Dr. James Marion Sims, a white Southern doctor who performed experimental surgeries on the women. Sims, a South Carolina native considered the “father of modern gynecology,” is reported to have conducted these procedures without administering anesthesia, as he claimed black women did not feel pain. Community activists and elected officials are renewing their call to have a statue of Sims in Central Park removed. On Mon., Aug. 21, electeds and East Harlem leaders gathered at the statue, located at Fifth Avenue and 103rd Street, and asked the Parks Department and Mayor Bill de Blasio to tear down the monument due to Sims’ treatment of black women. Among those who gathered at what was labeled “the tasteless tribute” were Council Speaker Melissa Mark-Viverito, Congressman Adriano Espaillat, State Senator Brian Benjamin, City Councilmembers Mark Levine, Bill Perkins and Helen Rosenthal and Deputy Manhattan Borough President Matthew Washington, as well as members of Community Board 11, Black Youth Project 100 (BYP100) and East Harlem Preservation. “At a time when neo-Nazis, white nationalists and hateful right wing extremists run rampant throughout the country with impunity, we must send a definitive message that the despicable acts of J. Marion Sims are repugnant and reprehensible,” said Mark-Viverito, who has called for the statue’s removal since 2011. “J. Marion Sims conducted horrific, painful, medical atrocities on non-anesthetized enslaved black women with free reign.” “Hateful symbols and monuments in honor of individuals such as Sims, are a constant reminder of the suffering and pain that African-Americans and communities of color have endured for generations,” added Espaillat. “We must remove these symbols of hate from our community once and for all.” The protest was the second recent demonstration at the statue. On August 19, dozens of activists, some dressed in hospital gowns that had been splattered with blood-red paint, turned up to denounce the monument. “We have been fighting this for a long time,” said Diane Collier, Chair of Community Board 11. “We have been asking the administration for several years to remove the statue from our East Harlem community once we learned the true story of his discoveries.” Sims, who initially practiced medicine in South Carolina and Alabama, conducted his experiments on enslaved black women between 1845 and 1849. “Slavery wasn’t just an affliction on the south, it’s also a moral stain on the history of the north,” said Levine, Chair of the Council’s Parks Committee. “A man who took advantage of enslaved women who were unable to give consent for medical experiments, does not deserve to be memorialized in our city’s parks.” “The statue of J Marion Sims is another symbol of this country’s continued disrespect of women of color,” remarked Benjamin. “If we as community leaders stand by and don’t speak out to remove this statue we are sending a signal to the next generation that being treated inhumanely is okay for women and people of color and not okay for everyone else.” The bronze statue was first installed in 1894 in what is now Bryant Park, and was moved in 1934 to its current location, opposite the New York Academy of Medicine. On August 21, de Blasio announced a 90-day review of potential “symbols of hate” on city property and the formation of a task force to evaluate statues for possible removal. “We’re going to look at all statues and monuments that in any way may suggest hate or division or racism, anti-Semitism, any kind of message that is against the values of New York City,” de Blasio said at an unrelated press conference. “We certainly will gather a list – that statue in East Harlem is one of the obvious ones that’s been talked about a lot,” he added. “But there will be obviously many more, and then you know there will be an open process around it, and again I want to get both a standard that we can use and a set of recommendations on which ones to act on.” Mark-Viverito said she has issued a letter to de Blasio formally requesting the city evaluate the Sims monument. Llamado para retirar la estatua de J. Marion Sims Anarcha, Lucy y Betsey. Tenían nombres. Más de una docena de mujeres negras esclavizadas fueron compradas en 1800 por el Dr. James Marion Sims, un médico blanco del sur que realizó cirugías experimentales en las mujeres. Activistas comunitarios y funcionarios electos están renovando su llamado para que sea eliminada una estatua de Sims en Central Park. El lunes 21 de agosto, funcionarios electos y líderes de East Harlem se reunieron en la estatua, ubicada en la Quinta Avenida y la Calle 103, y pidieron al Departamento de Parques y al alcalde Bill de Blasio derribar el monumento debido al trato de Sims hacia las mujeres negras. Entre los que se reunieron en lo que fue etiquetado como “un tributo de mal gusto” estuvieron: la presidenta Melissa Mark-Viverito, el congresista Adriano Espaillat, el senador estatal Brian Benjamin, los concejales Mark Levine, Bill Perkins y Helen Rosenthal, y el vice presidente del condado de Manhattan, Matthew Washington, así como miembros de la Junta Comunitaria 11, del Proyecto Juventud Negra (BYP, por sus siglas en inglés) y también de East Harlem Preservation. “En un momento en que los neonazis, los nacionalistas blancos y los extremistas de derecha llenos de odio corren imponentes por todo el país, debemos enviar un mensaje definitivo de que los despreciables actos de J. Marion Sims son repugnantes y reprensibles”, dijo Mark Viverito, quien ha pedido la remoción de la estatua desde 2011. “J. Marion Sims llevó a cabo horribles y dolorosas atrocidades médicas en mujeres negras esclavizadas no anestesiadas, con libre dominio”. “Los símbolos y monumentos de odio en honor de personas como Sims, son un recordatorio constante del sufrimiento y el dolor que los afroamericanos y las comunidades de color han soportado durante generaciones”, agregó Espaillat. “Debemos eliminar estos símbolos de odio de nuestra comunidad de una vez por todas”. La protesta fue la segunda manifestación reciente en la estatua. El 19 de agosto, docenas de activistas, algunos vestidos con batas de hospital salpicadas con pintura rojo sangre, se presentaron para denunciar el monumento. “Hemos luchado durante mucho tiempo”, dijo Diane Collier, presidenta de la Junta Comunitaria 11. “Hemos estado pidiendo a la administración por varios años que elimine la estatua de nuestra comunidad de East Harlem, una vez que conocimos la verdadera historia de sus descubrimientos”. Sims, quien inicialmente practicó la medicina en Carolina del Sur y Alabama, llevó a cabo sus experimentos en mujeres negras esclavizadas entre 1845 y 1849. Sims se mudó a Nueva York en 1853 y fundó el Hospital de la Mujer de Nueva York en 1855. Fue elegido presidente de la Asociación Médica Americana en 1876. “La esclavitud no fue sólo una desgracia en el sur, también es una mancha moral en la historia del norte”, dijo Levine, presidente del Comité de Parques del Concejo. “Un hombre que se aprovechó de mujeres esclavizadas que no pudieron dar su consentimiento para que les fueran realizados experimentos médicos, no merece ser inmortalizado en los parques de nuestra ciudad”. “La estatua de Marion Sims es otro símbolo de la continua falta de respeto hacia las mujeres de color”, comentó Benjamin. “Si nosotros como líderes de la comunidad no hacemos nada y no hablamos de quitar esta estatua, estamos enviando una señal a la siguiente generación de que, ser tratado inhumanamente está bien para las mujeres y las personas de color y no está bien para todos los demás”. La estatua de bronce fue instalada por primera vez en 1894 en lo que ahora es Bryant Park, y se trasladó en 1934 a su ubicación actual, frente a la Academia de Medicina de Nueva York. El 21 de agosto, de Blasio anunció una revisión de 90 días de posibles “símbolos de odio” en propiedad de la ciudad y la formación de un grupo de trabajo para evaluar las estatuas para su posible remoción. “Vamos a revisar todas las estatuas y monumentos que de cualquier manera puedan sugerir odio, división, racismo, antisemitismo o cualquier tipo de mensaje que esté en contra de los valores de la ciudad de Nueva York”, dijo de Blasio en una conferencia de prensa sin relación. Mark-Viverito dijo que ha emitido una carta a de Blasio pidiendo formalmente a la ciudad que evalúe el monumento de Sims.“Tasteless Tribute”
Call for removal of J. Marion Sims statue
Source: Springs Memorial Hospital“Tributo de mal gusto”
Fuente: Facultad de Medicina de la Universidad Southern Illinois, Museo Pearson.