Resolve on reform Resolver la reforma

Resolve on reform
Story and photos by Madeleine Cummings

Over 100 immigration reform advocates, many from uptown communities, gathered outside a Lower Manhattan court building this past Fri., Oct. 25th, for a candlelight vigil commemorating families affected by deportations.
Armed with signs and candles, the group formed two single-file lines on Varick Street, just outside 201 Varick Street, a building in which hundreds of deportation hearings are held every year. They sang songs, shared stories, and observed two minutes of silence for those who died on their journeys toward America.
Health care, the debt ceiling debate, and the 16-day government shutdown have overshadowed talks of immigration reform this fall, but since Congress resumed, the issue has jumped back into the political spotlight.
The Senate passed a comprehensive immigration bill back in June that would help give the estimated 11 million undocumented immigrants in the U.S. a clear path to citizenship.
But talks have since stalled in the House, with Republicans more in favor of supporting individual bills targeting the issue’s many components.
With just days left in this year’s legislative session, President Obama has urged Congress to act quickly.

In a speech delivered from the White House on Thurs., Oct. 24th, he reiterated his call for a comprehensive immigration bill. “It’s good for our economy.
It’s good for our national security. It’s good for our people, and we should do it this year,” he said.
At Friday’s vigil, organized by the advocacy group Make the Road New York (MRNY), activists chanted, “Congress, listen; we’re in the fight” in Spanish before sharing their personal immigration stories.
“The candles represent families broken by the current immigration system,” said Luba Cortes, who crossed the border into America with her mother when she was five years old.
She told the crowd, “We need Eric Cantor and John Boehner to put a vote for immigration reform and we need to keep families together.”
Magdalena Barbosa, a Washington Heights resident and MRNY employment attorney, said attending the vigil was her way of honoring her grandparents, who immigrated to America from Nicaragua.
“Our government should acknowledge people like my grandparents, who came to the country over 50 years ago, wanting a better life for their children,” she said.

Victor Rosario, who emigrated from Brazil when he was five years old and has been a MRNY volunteer for the past 12 years, said that many Americans undervalue immigrants’ economic and cultural contributions to their communities.
“I’ve known people who have got deported,” he said sadly. “There’s always a chance it might happen.”
For 19-year-old Antonio Alarcón, the risk became a reality when his family members were deported back to Mexico two years ago. He lives on his own now in Jackson Heights, Queens, not yet permitted to visit his far-away family.
Alarcon now rallies youth to join him in the push for immigration reform, and traveled to Washington on Wednesday for a similar vigil with a group of advocates from Arizona.
“It’s incredible to see that it’s not an issue that affects just New York; it affects everybody in the nation,” he said.
It took Leandra Requena 15 years to become a citizen, having come to the U.S. from Peru 30 years ago. Though the Senate-passed bill legalizes illegal immigrants, it would not shorten the process of becoming a citizen for most in that position.

Requena said immigrant families have been unfairly ostracized.
“They are real people,” she said. “They are not criminals.”
Immigration reform would affect every New York City neighborhood.
The Bronx, the third most densely populated county in the United States, is the only city borough with a Hispanic majority. In 2000, the Bronx reported some of the nation’s highest percentages of Dominicans (10%), and the 2009 American Community Survey reported that 31.9 % of the Bronx’s population was foreign-born.
Washington Heights, for example, has one of the largest immigrant populations in the city, according to a report in 2000 by the Department of City Planning.
“When I grew up, Washington Heights was predominantly a Dominican neighborhood,” said Barbosa.
“But throughout the years I’ve seen the neighborhood change and now there is a large Central American community. There are people who don’t have status.”
For more on the work of Make the Road New York and immigration reform, please visit www.maketheroadny.org.
Resolver la reforma
Historia y fotos por Madeleine Cummings

Más de 100 defensores de la reforma de inmigración, muchos de las comunidades de norte del condado, se reunieron frente al edificio de la corte del bajo Manhattan, el pasado viernes 25 de octubre, para una vigilia con velas en conmemoración de las familias afectadas por las deportaciones.
Armados con carteles y velas, el grupo formó dos líneas individuales justo a las afueras del número 201 de la calle Varick, un edificio en el cual cientos de audiencias de deportación se celebran cada año. Cantaron canciones, compartieron historias y guardaron dos minutos de silencio por aquellos que murieron en sus viajes hacia América.
El cuidado de la salud, el debate sobre la deuda nacional y el cierre del gobierno por 16 días han eclipsado las negociaciones de la reforma migratoria este otoño, pero desde que el Congreso reanudó, el tema ha saltado de nuevo al centro de la atención política.
El Senado aprobó un proyecto de ley integral de inmigración en junio que ayudaría a dar a los aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos un camino claro a la ciudadanía.
Pero las conversaciones se han estancado, ya que en la Cámara, los republicanos están más a favor de apoyar renglones individuales de los muchos componentes del tema.
Con apenas días para que termine la sesión legislativa de este año, el presidente Obama ha instado al Congreso a actuar rápidamente.

En un discurso pronunciado en la Casa Blanca el jueves 24 de octubre, reiteró su llamado a un proyecto de ley integral de inmigración. “Es bueno para nuestra economía.
Es bueno para nuestra seguridad nacional. Es bueno para nuestra gente, y debemos hacerlo este año”, dijo.
En la vigilia del viernes, organizada por el grupo de defensa Make the Road Nueva York (MRNY, por sus siglas en ingles), los activistas coreaban: “Congreso, escucha, estamos en la lucha”, antes de compartir sus historias personales de inmigración.
“Las velas representan familias separadas por el actual sistema de inmigración”, dijo Luba Cortes, quien cruzó la frontera hacia Estados Unidos con su madre cuando tenía cinco años de edad.
Ella le dijo a la multitud: “Necesitamos que Eric Cantor y John Boehner den un voto para la reforma migratoria y tenemos que mantener a las familias unidas”.
Magdalena Barbosa, una residente de Washington Heights y abogada laboral en MRNY, dijo que asistir a la vigilia era su manera de honrar a sus abuelos, quienes emigraron a Estados Unidos desde Nicaragua.
“Nuestro gobierno debe reconocer a las personas como mis abuelos, que vinieron al país hace más de 50 años, queriendo una vida mejor para sus hijos”, dijo.

Víctor Rosario, quien emigró de Brasil cuando tenía cinco años de edad y ha sido voluntario de MRNY durante los últimos 12 años, dijo que muchos estadounidenses subvaloran las contribuciones económicas y culturales de los inmigrantes hacia sus comunidades.
“He conocido a personas que son deportadas”, dijo con tristeza. “Siempre hay una posibilidad de que pueda suceder”.
Para Antonio Alarcón, de 19 años, el riesgo se convirtió en una realidad cuando los miembros de su familia fueron deportados a México hace dos años. Él vive solo ahora en Jackson Heights, Queens, aún no tiene permitido visitar a su familia que está lejos.
Alarcón ahora reúne a los jóvenes y los invita a unirse a él en el empuje para la reforma migratoria, y viajó a Washington el miércoles para una vigilia similar con un grupo de abogados de Arizona.
“Es increíble ver que no es un problema que afecta sólo a Nueva York, sino que afecta a todos en la nación”, dijo.
Le tomó a Leandra Requena 15 años el convertirse en ciudadana, después de haber llegado a los Estados Unidos desde Perú hace 30 años. Aunque el proyecto de ley aprobado por el Senado legaliza a los inmigrantes ilegales, no acortaría el proceso de convertirse en un ciudadano para la mayoría en esa posición.

Requena dijo que las familias de inmigrantes han sido injustamente condenadas al ostracismo.
“Son personas reales”, dijo. “Ellos no son delincuentes”.
La reforma migratoria afectaría a todos los barrios de la ciudad de Nueva York.
El Bronx, el tercer condado más densamente poblado de los Estados Unidos, es el único barrio de la ciudad de mayoría hispana. En el 2000, el Bronx reportó algunos de los porcentajes más altos de la nación de dominicanos (10%), y la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense de 2009 informó que el 31.9% de la población del Bronx era de origen extranjero.
Washington Heights, por ejemplo, tiene una de las mayores poblaciones de inmigrantes en la ciudad, según un informe publicado en 2000 por el Departamento de Planificación Urbana.
“Cuando crecí, Washington Heights era predominantemente un barrio dominicano”, dijo Barbosa.
“Pero a lo largo de los años he visto cambiar al vecindario y ahora hay una gran comunidad centroamericana. Hay personas que no tienen la condición”.
Para más información sobre el trabajo de Make the Road Nueva York y la reforma de inmigración, visite www.maketheroadny.org.