Practical Tips for Family Caregivers
Consejos prácticos para cuidadores familiares

Practical Tips for Family Caregivers
Caring for a family member can be rewarding, frustrating, stressful, sometimes overwhelming, and increasingly common. According to the National Alliance for Caregiving and AARP, more than 34.2 million Americans have provided unpaid care to an adult age 50 or older in the past year. Dr. Vassilios Latoussakis, a psychiatrist at Gracie Square Hospital, affiliated with NewYork-Presbyterian, urges caregivers to take a moment to look at their own health.

“Family caregivers often neglect themselves, and are at risk for depression and anxiety,” says Dr. Latoussakis. “Taking time to care for yourself is not selfish. In order to have the strength to care for a loved one, it is extremely important that caregivers take care of their own physical and mental health.”
Latoussakis offers the following tips:
- Taking care of yourself should be a high priority. If you cannot function, your loved one will suffer as well.
- Caregivers are at higher risk for depression and anxiety. The Family Caregiver Alliance found 40 to 70% of caregivers have clinically significant symptoms of depression, while 25 to 50% of these caregivers experience a major form of depression.
Look to take breaks. - Be vigilant about your level of stress. If you find yourself crying, losing your temper, having fantasies of rescue or flight, speak up. Help is available.
- If you’re not sure how much is too much, there are specific questionnaires that can help determine whether you are under too much emotional and physical stress, or whether your burden is too high. Two excellent versions are the National Caregivers Library’s Caregiver Self-Assessment Questionnaire, or the Zarit Burden Interview.
- Stress can have a big impact on a caregiver’s physical health. Physical reactions to stress include headaches, sleep issues, and cardiovascular problems, particularly high blood pressure, and elevated lipid and glucose levels. If you are feeling the effects of stress, schedule an appointment with your primary care provider.
- Some activities can help manage stress. These include getting regular physical activity, practicing relaxation techniques, such as breathing, yoga, or mindfulness, and making time to see friends and engage in activities you enjoy.
More than 34.2 million Americans have provided unpaid care in the past year. - Make sure to have a support network of people with whom you can talk, confide and gripe. Keep a list of the people in your network so you can contact them if you need help or are feeling especially stressed.
- Consider speaking to other caregivers. It’s possible to relieve stress by participating in a support group where you can share concerns, practical issues, and problems with other caregivers. If your loved one suffers from dementia, the Alzheimer’s Association is a good place to start. Even if you live in an isolated area, it is possible to participate in virtual support groups or tele-monitoring.
Connect with other caregivers. - Taking a break is not only okay, it is crucial in helping caregivers maintain their health and wellbeing. Ask your physician or local caregiver organization for recommendations for respite care, which is short-term relief for primary caregivers.
- If you are feeling depressed, get treatment. Symptoms of depression may include feelings of sadness or worthlessness; loss of interest in activities that used to be pleasurable; low energy and exhaustion; weight loss or weight gain; difficulty sleeping or sleeping too much; and an inability to concentrate. Experiencing some of these symptoms for most of the day, nearly every day for at least two weeks are signs of depression. Cognitive behavioral therapy (CBT) can be very effective for caregivers with significant depression. Reach out for help by contacting your physician or a qualified mental health professional.
Gracie Square Hospital has provided advanced, patient-centered inpatient behavioral health services since 1959. The hospital offers a multidisciplinary approach to care for patients with psychiatric disorders who can benefit from inpatient hospitalization to help patients return to the community and live healthy, productive lives. For more, please visit nygsh.org.
Consejos prácticos para cuidadores familiares
Cuidar a un miembro de la familia puede ser gratificante, frustrante, estresante, a veces abrumador y cada vez más común. De acuerdo con la Alianza Nacional para el Cuidado y AARP, más de 34.2 millones de estadounidenses han brindado atención no remunerada a un adulto de 50 años o más en el último año. El Dr. Vassilios Latoussakis, psiquiatra del Hospital Gracie Square, afiliado al NewYork-Presbyterian, insta a los cuidadores a tomarse un momento para examinar su propia salud.

“Los cuidadores familiares a menudo se descuidan y corren el riesgo de sufrir depresión y ansiedad”, dice el Dr. Latoussakis. “Tomarse el tiempo para cuidarse no es egoísta. Para tener la fuerza para cuidar a un ser querido, es extremadamente importante que los cuidadores cuiden su propia salud física y mental”.
Latoussakis ofrece los siguientes consejos:
- Cuidarse debe ser una alta prioridad. Si no puede funcionar, su ser querido también sufrirá.
- Los cuidadores tienen un mayor riesgo de depresión y ansiedad. La Alianza de Cuidadores Familiares descubrió que del 40 al 70% de los cuidadores tienen síntomas clínicamente significativos de depresión, mientras que del 25 al 50% de estos cuidadores experimentan una forma importante de depresión.
Es importante tomar descansos. - Esté atento a su nivel de estrés. Si se descubre llorando, perdiendo los estribos, teniendo fantasías de rescate o huida, hable. Hay ayuda está disponible.
- Si no está seguro de cuánto es demasiado, existen cuestionarios específicos que pueden ayudarle a determinar si está bajo demasiado estrés emocional y físico, o si su carga es demasiado alta. Dos versiones excelentes son el Cuestionario de autoevaluación del cuidador de la Biblioteca Nacional de Cuidadores o la Entrevista de Carga de Zarit.
- El estrés puede tener un gran impacto en la salud física del cuidador. Las reacciones físicas al estrés incluyen dolores de cabeza, problemas para dormir y problemas cardiovasculares, particularmente presión arterial alta y niveles elevados de lípidos y glucosa. Si siente los efectos del estrés, programe una cita con su proveedor de atención primaria.
- Algunas actividades pueden ayudar a controlar el estrés. Estas incluyen realizar actividad física regularmente, practicar técnicas de relajación, como respiración, yoga o concientización, y hacer tiempo para ver amigos y participar en actividades que disfrute.
Más de 34.2 millones de estadounidenses han brindado atención no remunerada en el último año. - Asegúrese de tener una red de apoyo de personas con las que pueda hablar, confiar y quejarse. Mantenga una lista de las personas en su red para que pueda contactarlas si necesita ayuda o se siente especialmente estresado.
- Considere hablar con otros cuidadores. Es posible aliviar el estrés participando en un grupo de apoyo donde puede compartir inquietudes, problemas prácticos y problemas con otros cuidadores. Si su ser querido sufre de demencia, la Asociación del Alzheimer es un buen lugar para comenzar. Incluso si vive en un área aislada, es posible participar en grupos virtuales de apoyo o tele vigilancia.
Conéctese con otros cuidadores. - Tomar un descanso no solo está bien, es crucial para ayudar a los cuidadores a mantener su salud y bienestar. Pida recomendaciones a su médico u organización local de cuidadores para el cuidado de relevo, que es un alivio a corto plazo para los cuidadores principales.
- Si se siente deprimido, busque tratamiento. Los síntomas de depresión pueden incluir sentimientos de tristeza o inutilidad; pérdida de interés en actividades que solían ser placenteras; poca energía y agotamiento; pérdida de peso o aumento de peso; dificultad para dormir o dormir demasiado; y una incapacidad para concentrarse. Experimentar algunos de estos síntomas durante la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas, son signos de depresión. La terapia cognitiva conductual (TCC) puede ser muy efectiva para los cuidadores con depresión significativa. Solicite ayuda comunicándose con su médico o con un profesional calificado en salud mental.
El Hospital Gracie Square ha brindado servicios avanzados de salud conductual para pacientes hospitalizados centrados en el paciente desde 1959. El hospital ofrece un enfoque multidisciplinario para la atención de pacientes con trastornos psiquiátricos que pueden beneficiarse de la atención hospitalaria para ayudar a los pacientes a regresar a la comunidad y vivir vidas saludables y productivas. Para obtener más información, por favor visite nygsh.org.