Peeved at the plan
Molestos con el plan

Story and photos by Renzo F. Moyano C. East Harlem residents will need to seek a new path forward. Approximately one hundred residents gathered recently for an emergency town hall meeting with City Council Speaker Melissa Mark-Viverito at Taino Towers to discuss the closure of Pathmark. The supermarket, which occupies a full block on 125th Street and Lexington Avenue, was one of the few local accessible and affordable resources for fresh produce and groceries. But the building has been sold for $38 million dollars last year by the Abyssinian Development Company (ADC) and nonprofit Community Association of the East Harlem Triangle Inc., which together owned 51 percent of the building. The city owned the remaining 49 percent, and had no say in the sale. Led by the Rev. Calvin Butts, ADC executed the sale to Extell Development Company without public notice. “I am extremely frustrated and angry at Abyssinian Development Corporation,” said Mark-Viverito at the forum on Nov. 18th. “I believe they threw this community under the bus.” She said that upon learning of the sale, she sought to intercede directly with Butts to stop it from happening, but to no avail. Moreover, East Harlem Triangle has not yet received any of the proceeds from ADC from the sale of the building. ADC is Harlem’s largest provider of affordable housing and social services, but has recently become a target of probes conducted by the State Attorney General Eric Schneiderman and had the de Blasio administration cancel $3.1 million in city contracts in September. In addition to the Speaker, representatives from the New York Academy of Medicine, the Food Policy Center at Hunter College, the East and Central Harlem Public Health Office, and the New Harlem East Merchants Association were present. Beyond access to fresh food, also lost are 236 jobs, which panelists estimated were about half of all supermarket jobs in East Harlem. Attendees expressed frustration at being excluded from such a major decision and lamented what they said had been a lack of consideration for community needs. “Whole Foods is not the way for us, unless it brings its prices down,” declared one resident, referencing the organic foods market that is slated to make its uptown debut farther along 125th Street in about a year. “We need to have a farmer’s market like the one on 14th Street.” Many also expressed resentment at Butts specifically. One audience member insisted that the new owners, who also own the Columbus Circle luxury residential tower ONE57, were likely to try a similar project uptown. “Just so you all know, Extell is going to build a luxury skyscraper in this community,” he charged. “Our own black brother Reverend Butts sold us out.” Mark-Viverito vowed to continue pressing the new owners on the possibility of establishing a new supermarket on the 68,000-square-foot property. She said the loss represented an unfortunate return to the past. “The reason [Pathmark] opened was because we did not have affordable options and access to healthy food,” she noted. “About 20 years later, and we’re in the same place.” Historia y fotos por Renzo F. Moyano C. Los residentes de East Harlem tendrán que buscar un nuevo camino. Aproximadamente un centenar de residentes se reunieron para una reunión de emergencia en el ayuntamiento con la presidenta del Concejo Municipal, Melissa Mark-Viverito, en las Torres Taino, para discutir el cierre de Pathmark. El supermercado, que ocupa una manzana completa en la calle 125 y la avenida Lexington, era uno de los pocos recursos locales accesibles y asequibles en donde conseguir comestibles y productos frescos. Fue inaugurado en 1997 con bombo y platillo, atrayendo al entonces gobernador George Pataki y al alcalde Rudolph Giuliani a la gran inauguración. Se estima que desde entonces ha atendido a más de 30,000 clientes a la semana. Pero el edificio fue vendido el año pasado por $38 millones de dólares por la Compañía de Desarrollo Abyssinian (ADC por sus siglas en inglés) y la organización sin fines de lucro Asociación Comunitaria del Triángulo de East Harlem Inc., las cuales en su conjunto poseían el 51 por ciento del edificio. La ciudad poseía el 49 por ciento restante, lo que significaba que no tenía voz ni voto en la venta. Liderada por el reverendo Calvin Butts, ADC ejecutó la venta a la Compañía de Desarrollo Extell sin previo aviso público. “Estoy extremadamente frustrada y enojada con la Corporación de Desarrollo Abyssinian”, dijo Mark-Viverito en el foro del 18 de noviembre. “Creo que ellos lanzaron a esta comunidad bajo el autobús”. Dijo que al enterarse de la venta, trató de interceder directamente con Butts para evitar que sucediera, pero fue en vano. Por otra parte, el Triángulo East Harlem aún no ha recibido ninguna de las ganancias de ADC por la venta del edificio. ADC es el mayor proveedor de viviendas asequibles y servicios sociales de Harlem, pero recientemente está siendo investigado por el fiscal general del estado, Eric Schneiderman, quien logró que la administración de Blasio cancelara $3.1 millones en contratos con la ciudad en septiembre. Además de la presidenta, estuvieron presentes representantes de la Academia de Medicina de Nueva York, del Centro de Política Alimentaria del Hunter College, de la oficina de Salud Pública de Central Harlem y de East Harlem y de la Asociación de Comerciantes de East New Harlem. Más allá del acceso a los alimentos frescos, también se perdieron 236 puestos de trabajo, que los panelistas estimaron eran aproximadamente la mitad de los puestos de trabajo de todos los supermercados de East Harlem. Los asistentes expresaron su frustración por haber sido excluidos de una decisión tan importante y lamentaron lo que dijeron fue una falta de consideración hacia las necesidades de la comunidad. “Whole Foods no es el camino para nosotros a menos que baje los precios”, declaró uno de los residentes haciendo referencia al mercado de alimentos orgánicos que está programado para hacer su debut en el norte del condado más lejos, a lo largo de la calle 125, en aproximadamente un año. “Necesitamos contar con un mercado de agricultores como el de la calle 14”. Muchos también expresaron resentimiento por Butts, específicamente. Un miembro de la audiencia insistió en que los nuevos propietarios, quienes también son dueños de la torre residencial de lujo Columbus Circle One57, estaban dispuestos a probar un proyecto similar en el norte del condado. “Sólo para que todos ustedes lo sepan, Extell va a construir un rascacielos de lujo en esta comunidad”, acusó. “Nuestro propio hermano negro, el reverendo Butts, nos vendió”. Mark-Viverito prometió continuar presionando a los nuevos propietarios sobre la posibilidad de abrir un nuevo supermercado en la propiedad de 68,000 pies cuadrados. Ella dijo que la pérdida representa un desafortunado regreso al pasado. “La razón por la que [Pathmark] abrió fue porque no teníamos opciones asequibles ni acceso a una alimentación saludable”, señaló. “Cerca de 20 años después, estamos en el mismo lugar”.Peeved at the plan
It was launched in 1997 with great fanfare, drawing then-Governor George Pataki and Mayor Rudolph Giuliani to the grand opening. It serves over 30,000 customers a week.
Molestos con el plan