
Letter to The Manhattan Times
We object to the October 22nd article by Gregg McQueen on Success Academy. Various questionable practices of the Success Academy Charter School network, and the Charter school movement more generally, went unreported. Here are critical points of information we feel should be highlighted:
1) No Community Consultation
Success Academy CEO Eva Moskowitz is quoted as saying “applications (are) far exceeding the number of available seats in our schools.” Yet neither they nor anyone else ever polled District 6 parents about whether our community wanted a Success Academy located here. Excluded were our Community representatives from the CEC and Community Board 12, as well as our elected officials. Moreover, whether the school, which opened at the site of the former Mother Cabrini High School, even enrolls predominately District 6 students is unknown. Nonetheless, Office of Student Enrollment data for District 6 public school applications indicates enormous demand for many of our existing public schools.
2) High Attrition
Success Academy schools have an unexplained high attrition rate “of up to 36%”, meaning that more than one-third of admitted students did not make it to 5 grade. Most left during the years when standardized tests were being administered, 3rd and 5th grades. Could the dropout of these students prior to the tests, often the students who are most struggling, help account for the high test scores of which Success Academy boasts? Public schools are not allowed to “counsel out” or simply expel students at these rates; and when students leave charter schools they almost always go to a true public school.
3) Financial costs
According to Capital NY, “Lease documents show the city is paying almost $18,000 in rent for every student at the Success Academy that opened last month in Washington Heights, in the former Mother Cabrini High School…The rental fees come on top of $13,777 for every student that taxpayers provide to charters, which are publicly funded and independently operated. The city is paying nearly $32,000 a student for Eva’s charters.” Meanwhile, District 6 per student outlay is about $22,000 per student. Thus, charter schools will now directly take money from district schools. And district students are not getting comparable facilities. A few blocks away from the Mother Cabrini site, PS/IS 187 has no space for pre-kindergarten. Another few blocks away, Kindergarten students have their first school experience in moldy, drafty trailers in the schoolyard. And the Juan Pablo Duarte School, PS 132, has hundred-year-old bathrooms. Finally, the Mott Hall School, the only District 6 middle school for high-achieving students, has been seeking a new building for over 30 years to replace its “temporary space” that has neither an auditorium nor a gym.
4) Division of Community
Even if district public school students were getting comparable resources, charter schools cream off the most motivated students and families. This leaves the district schools with the neediest students, who should be funded even more, so that their class sizes can be lowered, and support services offered. The percentage of District English Language Learners and Special Education is much higher in district schools than in those of Success Academy. Yes, as Moskowitz states, “There is clearly tremendous demand from parents for high quality schools in New York City.” Indeed, every parent wants this for their own child, and many are conscious of the need to provide such for all. The best way of doing so is to provide the resources that all students need, and affluent communities like Scarsdale and Great Neck receive.
That is what the still unresolved Campaign for Fiscal Equity, which began in our community, has been about. In New York City, such resources should not only go to students of charter schools with their multi-million dollar additional budgets provided privately by wealthy donors, many of whom see the donation as a long-term investment strategy.
What is at issue is nothing less than a vision of public education as the forge of democratic values for our children, where they, their families, and our community come to see their stake in one another in building an educated citizenry and workforce, that benefits our whole society. This will never occur if we are pitted against one another in a divisive, destructive, competition, where some are winners and some are left behind, not
only to their detriment, but to that of all of us.
Josh Karan, Former President, District 6 Community Education Council, CEC 6
Miriam Aristy-Farer, Current President, CEC 6
Victory Frye, Public Policy Committee Chair, CEC 6
This letter was lightly edited for brevity and content.
Carta a The Manhattan Times
Objetamos el artículo del 22 de octubre de Gregg McQueen sobre Success Academy. Varias prácticas cuestionables de la red Success Academy Charter School, y el movimiento de las escuelas Charter en términos más generales, no fueron denunciadas, mientras que las afirmaciones de Academy Success no se investigaron.
Aquí están los puntos críticos de la información que consideramos deberían ser destacados:
1) Sin consulta comunitaria
La directora general de Success Academy, Eva Moskowitz, es citada diciendo “las solicitudes (están) muy por encima del número de plazas disponibles en nuestras escuelas”. Sin embargo, ni ellos ni nadie nunca consultó a los padres del distrito 6 acerca de si nuestra comunidad quería una Success Academy ubicada aquí. Nuestros representantes comunitarios del CEC y de la Junta Comunitaria 12 fueron excluidos, así como nuestros funcionarios electos. Por otra parte, se desconoce si la escuela, que abrió sus puertas en el sitio de la antigua escuela preparatoria Mother Cabrini, inscribe predominantemente a estudiantes del distrito 6. No obstante, la oficina de información sobre solicitudes de inscripción estudiantil de las escuelas públicas del distrito 6, indica una enorme demanda de muchas de nuestras escuelas públicas existentes.
2) Alta deserción
Las escuelas Success Academy tienen una alta tasa de deserción inexplicable “de hasta el 36%”, lo que significa que más de un tercio de los estudiantes admitidos no llega al 5 grado. La mayoría abandona los estudios durante los años en los que se aplican las pruebas estandarizadas, en tercero y quinto grados. ¿Podría la deserción escolar de estos alumnos antes de las pruebas -a menudo de estudiantes que son los más que batallan- ayudar a explicar las altas puntuaciones de las pruebas de las cuales Success Academy se jacta? A las escuelas públicas no se les permite “aconsejar que dejen los estudios” o simplemente expulsar a los estudiantes que caen en estas tasas; y cuando salen de las escuelas charter, casi siempre van a una escuela pública real.
3) Costos financieros
De acuerdo con Capital NY (operado por Politico), “Documentos de arrendamiento muestran que la ciudad está pagando casi $18,000 dólares en renta por cada estudiante de Academy Success que abrió el mes pasado en Washington Heights, en la antigua escuela preparatoria Mother Cabrini … Las tarifas de alquiler se suman a los $13,777 dólares por cada estudiante que los contribuyentes proporcionan a las escuelas charter, que son financiadas públicamente y dirigidas de forma independiente. La ciudad está pagando casi $32,000 dólares por cada alumno de las escuelas charter de Eva. “Mientras tanto, el desembolso por estudiante en el distrito 6 es de aproximadamente $22,000 dólares. Por lo tanto, las escuelas charter toman directamente el dinero de las escuelas del distrito. Y los estudiantes del distrito no están recibiendo instalaciones comparables. A pocas cuadras de distancia del sitio de Mother Cabrini, la PS/IS 187 no tiene espacio para pre-jardín de infantes. A otras pocas cuadras de distancia, los estudiantes del jardín de infantes tienen su primera experiencia escolar en remolques con moho y corrientes de aire en el patio del colegio. Y la escuela Juan Pablo Duarte, PS 132, tiene baños de hace un siglo. Por último, la escuela Mott Hall, la única escuela intermedia del distrito 6 para estudiantes de alto rendimiento, ha estado buscando un nuevo edificio por más de 30 años para reemplazar su “espacio temporal” que no tiene ni un auditorio ni un gimnasio.
4) División de la comunidad
Incluso si los estudiantes de las escuelas públicas del distrito estuvieran recibiendo recursos comparables, las escuelas charter tienen a los estudiantes y familias más motivadas. Esto deja a la las escuelas del distrito con los estudiantes más necesitados, que deberían recibir aún más financiamiento para que el número de alumnos por clase pueda reducirse y se ofrezcan servicios de apoyo. El porcentaje de estudiantes del idioma inglés y de educación especial es mucho mayor en las escuelas del distrito que en las Success Academy. Sí, como dice Moskowitz, “Es evidente que hay una enorme demanda de los padres por escuelas de alta calidad en la ciudad de Nueva York”. De hecho, todo padre desea esto para su propio hijo, y muchos son conscientes de la necesidad de proporcionar lo mismo para todos. La mejor manera de hacerlo es proveer los recursos que todos los estudiantes necesitan, y que las comunidades prósperas como Scarsdale y Great Neck, reciben.
Esto es de lo que se trata la campaña aún sin resolver por la Equidad Fiscal, que comenzó en nuestra comunidad. En la ciudad de Nueva York, dichos recursos no sólo deben ir a los estudiantes de escuelas charter con sus presupuestos adicionales multimillonarios, proporcionados de forma privada por donadores ricos, muchos de los cuales ven la donación como una estrategia de inversión a largo plazo.
Lo que está en cuestión es nada menos que una visión de la educación pública que forja los valores democráticos de nuestros hijos, donde ellos, sus familias y nuestra comunidad ven su interés mutuo en la construcción de una ciudadanía y mano de obra educada, que beneficie a toda nuestra sociedad. Esto nunca ocurrirá si nos enfrentamos en una competencia divisoria y destructiva, en la que algunos resulten ganadores y otros se queden atrás, no sólo en su perjuicio, sino en el de todos nosotros.
Josh Karan, Ex presidente, Consejo de Educación de la Comunidad del Distrito 6, CEC 6
Miriam Aristy-Farer, presidenta actual, CEC 6
Victory Frye, presidenta del comité de políticas públicas, CEC 6