“It’s a bloody shame”
“Es una vergüenza sangrienta”
Story and photos by Gregg McQueen “Over time, it became clear that I would miss family gatherings, teacher conferences, and days at the beach.” Janice Carter said at first, she didn’t fully appreciate just how much her work as a New York City train operator would require of her and her family. And now that she does, she is demanding more in turn. “Between the steel dust, the diesel fuel, the rats, the dangerous people, and other hazardous conditions that we have to endure on a daily basis, we deserve and need a raise to support our families,” she said in public remarks at a recent meeting of the Metropolitan Transit Authority (MTA) board. Carter and her colleagues say it’s time to mind the gap. Scores of transit workers packed an MTA board meeting on Wed., Dec. 14 to demand higher wages and improved safety protections for bus and train operators, while threatening to strike if their demands aren’t met. “We move 8 million people a day throughout this chaotic system,” said Transit Workers Union (TWU) Local 100 President John Samuelsen at the meeting. “We deserve a contract that adequately reflects the work we do…We don’t want to tread water. We want to get ahead.” The current contract between the MTA and workers expires on January 15. Members of TWU Local 100, which represents about 38,000 transit employees, filled the meeting room and lined up to speak during a public comment portion of the meeting, while dozens of other members waited in the building’s lobby due to overcrowding in the room. Stressing worker safety as the foundation of their contract demands, operators told MTA board members stories of getting attacked on the job. “I got assaulted. I got slashed on my neck to my face by an unknown person,” recalled John Browne, a bus operator who was working in Brownsville in 2014 at the time of the attack. “It was unprovoked. My bus was broken down, I was waiting for it to be towed.” Samuelsen insisted that workers deserve higher pay due to the hazards they face on a daily basis. He said that members are willing to strike if negotiators did not include a wage boost above a 2 percent inflation increase, as well as substantial safety reforms. “We get assaulted, spat upon, we even get murdered in the line of duty doing what we do,” Samuelsen said. “Amidst the chaos, we perform day in and day out.” “It’s a bloody shame that transit workers are the economic lifeblood of this city, but yet we can’t even afford to live in the city anymore and we are getting priced out,” he added. Union members said they required more safeguards on the job, such as increased bus checks by police, after a spate of assaults by riders on MTA drivers. “We need more protection,” remarked Kenny, a bus operator. “The public should know that we have to deal with constant interactions and they sometimes can turn hostile.” His colleague Jason, also a bus driver, said that compensation for transit workers needs to be improved. “We do a lot for this city,” he stated. “During Hurricane Sandy, my bus was out there with the National Guard, NYPD and Fire Department, helping people get out of problem areas. When the trains were shut down, we were still out there.” While past negotiations between the union and MTA have been notoriously acrimonious, Samuelsen expressed hope for current round of talks after addressing board members. “Honestly, they were listening,” Samuelsen said of the board. “They were listening and I think we got our point across.” TWU International President Harry Lombardo was also present at the meeting. “I wanted to come here today to make it explicitly clear that we will support Local 100 in whatever it takes,” said Lombardo. After the meeting, Samuelsen said though there had been instances during past contract battles when Local 100 was unsatisfied with support from the international TWU, things had changed. “But that’s over,” he remarked. “Harry stands for us, and he’s supporting our campaign.” “When the international president comes in to show support, that’s a clear message to the MTA,” he added. Samuelsen, who stated that a bus driver assault occurs every 36 hours in the city, said he sensed that board members were surprised at the frequency of violent incidents. Samuelsen said the union is poised to dig in to ensure its contract demands are met. “We’re not settling for 2 percent,” he told TWU members in the lobby of MTA headquarters, who responded with cheers. “We’re going to remain steadfast and move this fight forward.” For more information, please visit www.twulocal100.org. Historia y fotos por Gregg McQueen “Con el tiempo, quedó claro que me perdería las reuniones familiares, las conferencias de maestros y los días en la playa”. Janice Carter dijo que, al principio, no entendía plenamente cuánto requeriría de ella y su familia su trabajo como operadora de tren de la ciudad de Nueva York. Y ahora que lo hace, ella, a su vez, está exigiendo más. “Entre el polvo de acero, el combustible diésel, las ratas, las personas peligrosas y otras condiciones peligrosas que tenemos que soportar a diario, merecemos y necesitamos un aumento para apoyar a nuestras familias”, dijo en declaraciones públicas en una reciente reunión de la Junta de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA por sus siglas en inglés). Carter y sus colegas dicen que es hora de cuidar la brecha. Decenas de trabajadores de transporte público abarrotaron una reunión de la Junta de la MTA el miércoles 14 de diciembre para exigir mayores salarios y mejores protecciones de seguridad para los operadores de autobuses y trenes, mientras amenazaron con irse a huelga si sus demandas no son cumplidas. “Transportamos a 8 millones de personas al día a lo largo de este caótico sistema”, dijo el presidente del Sindicato de Trabajadores de Transporte Público (TWU por sus siglas en inglés) Local 100, John Samuelsen, en la reunión. “Merecemos un contrato que refleje adecuadamente el trabajo que hacemos… No queremos mantenernos a flote. Queremos salir adelante”. El contrato actual entre la MTA y los trabajadores expira el 15 de enero. Miembros de TWU Local 100, que representa a unos 38,000 empleados del transporte público, llenaron la sala de reuniones y se formaron para hablar durante una parte de la reunión, mientras docenas de otros miembros esperaban en el vestíbulo del edificio debido al abarrotamiento en la sala. Haciendo hincapié en la seguridad de los trabajadores como base de sus demandas contractuales, los operadores relataron a los miembros de la Junta de la MTA historias de ataques en el trabajo. “Me atacaron. Una persona desconocida me cortó el cuello”, recordó John Browne, un operador de autobuses que trabajaba en Brownsville en 2014 cuando sucedió el ataque. “Fue sin provocación. Mi autobús se descompuso, yo estaba esperando a que fuese remolcado”. Samuelsen insistió en que los trabajadores merecen un salario más alto debido a los peligros que enfrentan diariamente. Dijo que los miembros están dispuestos a irse a huelga si los negociadores no incluyen un aumento salarial por arriba del 2 por ciento de la inflación, así como importantes reformas de seguridad. “Nos atacan, escupen, incluso nos asesinan en la línea del deber haciendo lo que hacemos”, dijo Samuelsen. “En medio del caos, trabajamos día tras día”. “Es una vergüenza sangrienta que los trabajadores del transporte público sean la fuerza vital económica de esta ciudad, pero ya no podemos ni siquiera permitirnos vivir en la ciudad y no estamos siendo valorados”, agregó. Los miembros del sindicato dijeron que requieren más garantías en el trabajo, como el aumento de los controles de autobuses por la policía luego de una serie de agresiones por parte de los pasajeros hacia conductores de la MTA. “Necesitamos más protección”, comentó Kenny, operador de autobuses. “El público debe saber que tenemos que lidiar con interacciones constantes y que a veces pueden volverse hostiles”. Su colega Jason, también conductor de autobús, dijo que la compensación para los trabajadores del transporte público necesita mejorar. “Hacemos mucho por esta ciudad”, afirmó. “Durante el huracán Sandy, mi autobús estaba afuera con la Guardia Nacional, el Departamento de Policía de Nueva York y el Departamento de Bomberos, ayudando a la gente a salir de las áreas problemáticas. Cuando los trenes cerraron, nosotros seguimos trabajando. Si bien las negociaciones pasadas entre las dos partes han sido notoriamente agrias, Samuelsen expresó su esperanza en la ronda actual de conversaciones después de dirigirse a los miembros del consejo. “Honestamente, ellos estaban escuchando”, Samuelsen dijo sobre la Junta. “Ellos escucharon y creo les hicimos saber nuestro punto de vista”. El presidente internacional de TWU, Harry Lombardo, también estuvo presente en la reunión. “Quería venir aquí hoy para dejar explícitamente claro que vamos a apoyar Local 100 en lo que sea necesario”, dijo Lombardo. Después de la reunión, Samuelsen dijo que aunque hubo casos en batallas contractuales pasadas cuando Local 100 estaba insatisfecho con el apoyo de TWU Internacional, las cosas han cambiado. “Pero eso se acabó”, comentó. “Harry nos apoya y apoya nuestra campaña”. “Cuando el presidente internacional viene para mostrar apoyo, ese es un mensaje claro para la MTA”, agregó. Samuelsen, quien afirmó que un ataque a un chofer de autobús ocurre cada 36 horas en la ciudad, dijo que sintió que los miembros de la Junta se sorprendieron por la frecuencia de los incidentes violentos. “Creo que la junta estaba en gran medida inconsciente de ese hecho”, remarcó. “Hay una desconexión entre lo que hacen y los trabajadores de primera línea. Pero la verdad del asunto es que hay una conexión directa entre las políticas que hacen y el nivel de ataques que nuestros operadores sufren”. “No nos conformaremos con el 2 por ciento”, dijo a los miembros de TWU en el vestíbulo de la sede de la MTA, quienes respondieron con ovaciones. “Vamos a permanecer firmes y avanzaremos en la lucha”. Para obtener más información, por favor visite www.twulocal100.org.“It’s a bloody shame”
Transit workers demand safety, higher wages before MTA board
“I think the board was largely unaware of that fact,” he remarked. “There’s a disconnect between what they do and the front-line workers. But the truth of the matter is, there’s direct connection between the policies they make and the level of assaults that our operators are subjected to.”
“Es una vergüenza sangrienta”
Samuelsen dijo que el sindicato está listo para no ceder y asegurarse de que sus demandas contractuales sean cumplidas.