“I had to be here”
“Tenía que estar aquí”

“I had to be here”
Thousands march in Staten Island
Story and photos by Mónica Barnkow

“I can’t breathe.”
The phrase came – again – from the intersection of Bay and Victory Streets in Staten Island.
But this time the last words of Eric Garner, who died while under police custody last month, were instead chanted by thousands who had gathered to march across the Verrazano Bridge this past Sat., Aug. 23rd.
Organized by the Harlem-based National Action Network (NAN) and the Rev. Al Sharpton, and led by Garner’s relatives, the “We Will Not Go Back” march was billed as a protest against the use of excessive force and discriminatory practices by law enforcement.
In his remarks, Rev. Sharpton insisted that the gathering was a call for justice.
“We are not here to tear down, we are here to build up,” he said.
Among those present were former New York State Governor David Paterson; Congressman José Serrano; 1199 SEIU President George Gresham; United Federation of Teachers (UFT) President Michael Mulgrew; NAACP New York State Conference President NAACP Hazel Dukes; American Federation of Teachers (AFT) President Randi Weingarten, and members of Make the Road New York and New York Communities for Change.
Kadiatou Diallo, the mother of Amadou Diallo, attended as well.
An unarmed West African immigrant with no criminal record, Diallo, then 22 years old, was killed in the Bronx on Feb. 5th, 1999 by police bullets in the Bronx.
Speakers emphasized that this was not a demonstration against all members of law enforcement.
“We know we are not anti-police,” said Gresham, explaining that 1199 had joined the march to “fight a crime.”
Protestors rebutted that theirs was an attempt to inflame tensions.
“We need police protection; we don’t need police aggression,” remarked Congressman Serrano.
“I wanted to show my support for the people that have been killed due to racism and police brutality,” said protestor Dale Scofield. She said she was encouraged by the recent proliferation of video and media.
“It’s becoming more public now.”

The New York Police Department (NYPD) has been under scrutiny after cell phone video appeared to show an officer apply a chokehold on Garner, 43, shortly before he complained of being unable to breathe.
He died shortly after.
In addition, the de Blasio administration and NYPD Police Commissioner William Bratton have drawn criticism for the “broken windows” policing strategy in which minor offenses are aggressively targeted.
Garner was suspected of selling untaxed cigarettes, known as “loosies”.
Detractors have argued that the tactic unjustly targets minorities.
Johnnie Stevens said that the approach amounted to an “economic stop-and-frisk.”

“It’s affecting people who barely manage to make a living, like Eric Garner,” he said.
Many referenced the death of unarmed teenager Michael Brown and the subsequent anger and turmoil in Ferguson, Missouri.
Some sought to make connections to the unrest in the Middle East, racism, workers’ rights and the socialist movement.
For others, the issues simply hit close to home.
“Being a white parent of two black children, I am very concerned for the safety of my kids and had to be here,” said Janee Harvey. Her partner, Tobi Parks, and her young children joined her at the demonstration.
Despite some concerns, there were no reports of violent incidents or arrests.
“We want the police to protect and serve the community,” said Sherel Bowman-Wilson of Staten Island, who said she was considering a City Council run in 2017.
“A chokehold is unlawful and so a crime is committed,” argued NAACP’s Dukes. “We want to punish those who commit crimes.”
“Tenía que estar aquí”
Miles marchan en Staten Island
Historia y fotos por Mónica Barnkow

“No puedo respirar”.
La frase salió -una vez más- de la intersección de las calles Bay y Victory en Staten Island.
Pero esta vez las últimas palabras de Eric Garner, quien murió mientras estaba bajo custodia de la policía el mes pasado, fueron cantadas por miles de personas que se reunieron para marchar a través del puente Verrazano, el pasado sábado 23 de agosto.
Organizada por la Red de Acción Nacional (NAN por sus siglas en inglés) con sede en Harlem y el Reverendo Al Sharpton, y encabezada por los familiares de Garner, la marcha “We Will Not Go Back” fue anunciada como una protesta contra el uso excesivo de la fuerza y las prácticas discriminatorias en el cumplimiento de la ley.
En sus palabras, el Reverendo Sharpton insistió en que la reunión fue un llamado a la justicia.
“No estamos aquí para derribar, estamos aquí para construir”, dijo.
Entre los presentes se encontraban el ex gobernador del estado de Nueva York, David Paterson; el congresista José Serrano; el presidente de 1199 SEIU, George Gresham; el presidente de la Federación Unida de Maestros (UFT por sus siglas en inglés), Michael Mulgrew; la presidenta de la Conferencia del estado Nueva York NAACP, Hazel Dukes; el presidente de la Federación Americana de Maestros (AFT por sus siglas en inglés), Randi Weingarten; y los miembros de Make the Road Nueva York y Comunidades por el Cambio de Nueva York.

Kadiatou Diallo, la madre de Amadou Diallo, también asistió. Diallo, inmigrante de África Occidental desarmado y sin antecedentes penales, entonces de 22 años, murió en el Bronx el 5 de febrero de 1999 bajo balas de la policía.
Los oradores destacaron que no fue una manifestación en contra de todos los miembros de las fuerzas del orden.
“Sabemos que no somos anti-policía”, dijo Gresham, explicando que 1,199 se unieron a la marcha para “luchar contra un delito”.
Los manifestantes refutaron que el suyo era un intento de inflamar las tensiones.
“Necesitamos protección policial, no necesitamos la agresión de la policía “, comentó el congresista Serrano.
“Quise mostrar mi apoyo a las personas que han perdido la vida debido al racismo y la brutalidad de la policía”, dijo la manifestante Dale Scofield. Explicó haberse sentido alentada por la reciente proliferación de videos y medios de comunicación.
“Se está volviendo más público ahora”.

El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD por sus siglas en inglés) ha estado bajo escrutinio después de que un video tomado con un teléfono celular parecía mostrar a un oficial aplicar una llave de estrangulamiento a Garner, de 43 años, poco antes de que se quejara de no poder respirar.
Murió poco después.
Además, el gobierno de de Blasio y el comisionado del NYPD, William Bratton, han sido objeto de críticas de la estrategia policial “broken windows”, en la que los delitos menores son agresivamente dirigidos.
Garner era sospechoso de vender cigarrillos libres de impuestos, conocidos como “loosies”.
Los detractores han argumentado que la táctica se dirige injustamente hacia las minorías.
Johnnie Stevens dijo que el método equivale a una política económica de “detención y cacheo”.
“Está afectando a personas que apenas logran ganarse la vida, al igual que Eric Garner”, señaló.

Muchos referenciaron la muerte del adolescente desarmado Michael Brown y la ira y la confusión subsiguiente en Ferguson, Missouri.
Algunos trataron de hacer conexiones con los disturbios en el Oriente Medio, el racismo, los derechos de los trabajadores y el movimiento socialista.
Para otros, los problemas simplemente pegan cerca de casa.
“Siendo una madre blanca de dos niños negros, estoy muy preocupada por la seguridad de mis hijos y tenía que estar aquí”, dijo Janee Harvey. Su pareja, Tobi Parks, y sus pequeños hijos se unieron a la manifestación.
A pesar de algunas preocupaciones, no hubo reportes de incidentes violentos o detenciones.
“Queremos que la policía proteja y sirva a la comunidad”, dijo Sherel Bowman-Wilson, de Staten Island, quien dijo estar considerando una postulación para el Ayuntamiento en 2017.
“Una llave de estrangulamiento es ilegal, por lo cual se cometió un delito”, argumentó Dukes de NAACP. “Queremos castigar a quienes cometen delitos”.