
Fit in the City: Are Gadgets for You?
By Nancy Bruning, Fitness Specialist

If you’re into gadgets, need more motivation to exercise, and have some extra money to spend, you may be thinking about getting a fitness tracker or a similar gadget.
Pedometers, the simplest and first tracking device, are still around, though they have also come a long way. You might think of these newer devices as “smart pedometers.”
Now, in addition to counting how many steps you’ve walked or run, fancier gadgets tell you how many calories you’ve burned, what your “splits” are (for competitive runners), your heart rate, and even how well you’re sleeping. You can even program them to send you an inactivity alert after a certain interval.
Fitness trackers such as the Fitbit Force, Nike + Fuel Band, Jawbone Up, Garmin Vivofit, Misfit Shine, and Withings Pulse, are usually made of plastic or rubber, come in black or bright colors, and cost from $60 to $200 (there is a $30 model due out this fall.)
Trackers are said to last about two and possibly three years. Some are clipped to your waistband, and others are worn as bracelets or on your upper arm for
the ultimate athletic fashion statement.
They are usually paired with an app on your smartphone and make use of algorithms to analyze your personal data. Information is sharable on social media allowing you to gloat, to perform better, or to slink off into a corner until your next, more impressive, workout.
The question is: Do wearers know what the numbers mean? Will measuring efforts help them live healthier, happier lives?

Before rushing to buy, ask yourself: What motivates you? If your Fitbit is telling you you’re not moving enough, will that be enough of a poke to get you up and moving? Will you do it consistently, week in and week out? The answer depends on the wearer.
Adrienne Lotson uses her Fitbit to track her running. “It’s very encouraging,” she says. “If I am close to 10,000 steps on any given day, I’d make the extra effort to close the gap.”
Keep in mind, numbers will only do so much. Some people are more motivated by having a friend to run with, or looking great at a wedding—yours or someone else’s.
Others can become so obsessive about making their numbers, they burn out, fall off the fitness wagon and end up back onto the couch.
Some experts endorse the devices, but largely because the smartphone app encourages the formation of your own fitness community and provides support, peer pressure, and friendly competition. Some wear them just to have more information about their activity patterns.

For example, Jane Alexander wears a pedometer as it allows her to track her nearly 20,000 steps a day. “I don’t wear it every day,” she explains. “I bought it because I walk around the city for my job. I was trying to compare myself to an ‘average’ person number of steps, but it’s hard to find data on the ‘average’ person.”
George Conk adds, “I have [the Fitbit] set for 10,000 steps a day. Depending on my work schedule, I sometimes don’t make it. But I generally manage the 7-day average. The numbers give you a goal.”
Lotson notes it’s not a perfect system. “I sweat my tail off in a barre class (which is based on ballet and yoga). My Fitbit doesn’t register that at all—it doesn’t measure what I’m doing with my upper body or core. Spin class is a great workout, but it doesn’t measure that either.”
It would also not measure weight lifting or a lot of other resistance-type exercises.
Moreover, we have no studies to tell us whether these devices are accurate in making any difference in changing our habits.
I once conducted a pedometer study with clinic nurses as the subjects. The nurses said they were too exhausted to exercise at the end of their days. They believed this was because they were walking all day. In the end, though, they were shocked how little they actually moved; rather, their fatigue was likely more due to job stress and to standing for long periods of time.
In my case, it makes the most sense to stick to using two fingers on my wrist to monitor my heart rate, and to look to my friends in my fitness classes for motivation.
Whatever your decision, make sure to do your research. Go online, try a few on in the stores, and ask friends.
Whatever it takes to keep you moving, go for it.
Nancy Bruning has a master’s degree in public health, is a certified personal trainer, and is the author or co-author of over 25 books on health and fitness, including the just-published “Nancercize: 101 Things to Do on a Park Bench.” She also is the Chair of the Friends Committee of the Fort Tryon Part Trust and leads outdoor fitness experiences and weight loss workshops. Visit Nancy’s web site at www.Nancercize.net.
¿Son los dispositivos para usted?
Por Nancy Bruning, Especialista en Ejercicio

Si le gustan los dispositivos, necesita más motivación para ejercitarse, y tiene un dinero extra para gastar, puede estar pensando acerca de conseguir un rastreador de ejercicio u otro dispositivo de ejercicio.
Podómetro, el más simple y primer dispositivo de rastreo, todavía existen para ayudar a contar los pasos que da cada día. Todavía hacen ese trabajo, pero también han recorrido un largo camino. Podría pensar de estos dispositivos más nuevos como “podómetros inteligentes”. Ahora, además de contar cuantos pasos ha caminado o corrido, dispositivos más lujosos le dicen cuantas calorías ha quemado, como están sus ‘splits’ (para corredores competitivos), ritmo cardiaco, cuantas escaleras ha subido, cuanto tiempo ha estado sentado y aun cuan bien está durmiendo. Incluso se puede programar para enviarle una alerta de inactividad luego de, digamos, una hora.
Rastreadores de ejercicio tales como Fitbit Force, Nike + Fuel Band, Jawbone Up, Garmen Vivofit, Misfit Shine y Withings Pulse, son hechos normalmente de plástico o goma, vienen en negro o colores brillantes, y cuestan de $60 a $200 (aunque este otoño sale un modelo de $30). Duran cerca de dos y posiblemente tres años.
Algunos se agarran a su cintura, como un podómetro, algunos son como brazaletes en su muñeca o la parte alta de su brazo para una declaración más atlética.
Normalmente están a la par con una aplicación en su teléfono inteligente y utiliza algoritmos para analizar su información personal y proveerle información de su estado físico. La información se puede compartir en los medios sociales que le permite presumir, mejorar, o escabullirse a un rincón hasta su próximo, más impresionante, ejercicio.

La pregunta es: ¿Los que lo poseen saben lo que significan los números? Y si lo saben, ¿el medir sus esfuerzos lo ayudan a vivir vidas más saludables y felices? Antes de correr a comprarlo, pregúntese: ¿Qué lo motiva?
¿Información, números? Si su Fitbit le está diciendo que no se está moviendo lo suficiente, ¿sería eso suficiente para levantarlo y moverse? ¿Y lo haría consistentemente, semana tras semana? La contestación depende de quien lo lleve.
La abogada Adrienne Lotson utiliza su Fitbit para rastrear cuando corre. “Es importante tener algo que te de información”, dijo. “Es muy alentador. Si estoy cerca a 10,000 pasos en cualquier día, hago el esfuerzo para llegar”.
Tenga en mente, los números solo pueden hacer algo. Algunas personas son más motivadas teniendo un amigo para correr, o verse bien en una boda – la suya o la de alguien más. Algunas personas se obsesionan tanto con hacer sus números, se cansan y se caen de la carreta del ejercicio y van de vuelta al sofá.
Algunos expertos endosan los dispositivos, pero mayormente porque las aplicaciones de los teléfonos inteligentes animan a la formación de su propia comunidad de ejercicio, suministrando apoyo, presión de grupo y amistosa competencia. Esto es lo que mantiene a las personas cuando la novedad de utilizar el rastreador ha desaparecido.
Algunos lo utilizan solo para tener más información acerca de sus patrones de actividades y no necesariamente para alcanzar una meta específica.

Por ejemplo, Jane Alexandre utiliza un podómetro y dice le permite rastrear cerca de 20,000 pasos diarios. “Yo no lo uso todos los días. Lo compré porque camino por la ciudad por mi trabajo y quería saber cuántos pasos daba. Estaba tratándome de compararme a los números de pasos de una persona promedio, pero es difícil conseguir información de una persona promedio
George Conk, también abogado, dijo “he estado utilizando un rastreador Fitbit por algunos meses. Lo tengo puesto en 10,000 pasos diarios. Dependiendo del itinerario de mi trabajo algunas veces no lo logro, algunas veces lo sobrepaso – pero generalmente hago los 7 días. Los números te dan una meta”.
Lotson señala que no es un sistema perfecto. Señala una gran limitación: “yo sudo mucho en ‘Barre Class’ (basado en ballet y yoga). “Mi Fitbit no registra nada de eso – no mide lo que estoy haciendo con la parte superior de mi cuerpo. La clase de ‘spin’ es tremendo ejercicio, pero tampoco lo mide”.
Tampoco mide el alzar pesas o muchos otros tipos de ejercicio de resistencia.
Además, no tenemos estudios que nos digan si estos dispositivos son precisos o hacen algún tipo de diferencia en cambar nuestros hábitos.
Una vez realicé un estudio de podómetros con enfermeras clínicas como asunto.
Las enfermeras dijeron que estaban demasiado cansadas para hacer ejercicio al final de sus días. Creían que esto era porque caminan de un punto a otro punto todo el día. Estaban asombradas de saber en realidad cuan poco se movían; por el contrario, estaban más cansadas debido al estrés de su trabajo y porque estaban de pie por largos periodos de tiempo.
En mi caso, yo me quedo utilizando dos dedos en mi muñeca para monitorear el
ritmo cardiaco, y para mis amigos en las clases de ejercicios para motivarme.
Cualquiera sea su decisión, asegúrese de investigar. Vaya ‘online’, trate algunos en la tienda, pregúnteles a sus amigos.
Haga lo que lo mantenga moviéndose.
Nancy Bruning tiene una maestría en salud pública, es una entrenadora personal certificada, y es la autora y coautora de más de 25 libros de salud y ejercicios, incluyendo su último, “Nancercize: 101 Thing to Do on a Park Bench”. También es la presidenta del Comité de Amigos del Fideicomiso del Parque Fort Tryon y dirige experiencias de ejercicios al aire libre y talleres de pérdida de peso. Visite la página electrónica de Nancy en www.Nancercize.net.