Doing it Together
Haciéndolo juntos

Too often we hear about dreams extinguished by a lack of opportunity across our nation. Inadequate education is perhaps the most significant of the factors perpetuating intergenerational poverty. The New York City Department of Education has ranked many schools in our city’s poorest neighborhoods as “failing”. The consequences are disastrous: in the Bronx, just 24% perform at or above grade level in reading and 21% do so in math. In East Harlem, only 31% of children perform at or above grade level in reading, and just 27% do so in math. Accordingly, the high-school graduation rates in these communities are distressingly low, too. Consequently, few children that the New York City Mission Society serves have any immediate family members who have graduated college, and so do not view educational achievement as a viable pathway to socioeconomic security. As a parent, I recognize that it takes more than any one person, but rather a collaborative community effort to help our students become successful. Our schools cannot shoulder the burden alone. At the Mission Society, we have developed afterschool academic programming to enhance our students’ skills. These extra resources strengthen their critical thinking and communication skills, and expose them to new careers. This fall, I encourage parents and guardians to take steps to help their children. Join a local community education council or a Parent Teacher Association, and attend afterschool events to learn about your child’s day – showing them that their schoolwork is important and valued. Parents of English Language Learners can have their children translate what they’ve learned each day. But parents should also get to know one another – and identify ways to collaborate with schools and communities. Meet with school leadership and staff, and parent coordinators, to encourage feedback about their child’s strengths and weaknesses. For example, we regularly hold afterschool parent workshops to help adults better support their students, and welcome any newcomers. When we work together, we can yield even greater change and open doors to new possibilities, new opportunities, and new student successes. Elsie McCabe Thompson is the President of the New York City Mission Society. Con demasiada frecuencia oímos hablar de los sueños extinguidos por la falta de oportunidades en nuestro país. La educación inadecuada es tal vez el más importante de los factores que perpetúan la pobreza intergeneracional. El Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York ha clasificado a muchas escuelas en los barrios más pobres de nuestra ciudad como “fallidas”. Las consecuencias son desastrosas: en el Bronx, sólo un 24% de ellas se desempeña en o por encima del nivel de grado en lectura y el 21% lo hace en matemáticas. En East Harlem, sólo el 31% de los niños se desempeñan en o por encima del nivel de grado en lectura, y sólo el 27% lo hace en matemáticas. En consecuencia, los índices de graduación de bachillerato en estas comunidades son alarmantemente bajas, también. En consecuencia, pocos niños atendidos por Mission Society de la Ciudad de Nueva York tienen algún miembro de la familia inmediata graduado de la universidad, y por lo tanto no ven el rendimiento escolar como un camino viable para la seguridad socioeconómica. Como padre, reconozco que se necesita más que una sola persona, sino más bien un esfuerzo de colaboración comunitario para ayudar a nuestros estudiantes a tener éxito. Nuestras escuelas no pueden soportar solas la carga. En Mission Society, hemos desarrollado programación académica para después de clases para mejorar las habilidades de los estudiantes. Estos recursos adicionales fortalecen sus habilidades de pensamiento crítico y de comunicación, y los exponen a nuevas carreras. Este otoño, animo a padres y tutores a tomar medidas para ayudar a sus hijos. Únase a un consejo educativo comunitario local o una Asociación de Padres y Maestros, y asista a eventos para después de la escuela para aprender acerca del día de su hijo, demuéstrele que su trabajo escolar es importante y valioso. Los padres de los estudiantes del idioma inglés pueden hacer que sus hijos traduzcan lo que aprenden cada día. Pero los padres también deben conocerse unos a otros, e identificar formas de colaborar con escuelas y comunidades. Reúnase con el liderazgo escolar, el personal y los coordinadores de padres para incentivar la retroalimentación acerca de las fortalezas y debilidades de sus hijos. Por ejemplo, llevamos a cabo regularmente talleres después de clases para los padres, para ayudar a los adultos a apoyar mejor a sus estudiantes, y dar la bienvenida a cualquier recién llegado. Cuando trabajamos juntos podemos producir cambios aún mayores y abrir las puertas a nuevas posibilidades, nuevas oportunidades y nuevos éxitos estudiantiles. Elsie McCabe Thompson es la presidenta de Mission Society de la Ciudad de Nueva York.Doing it Together
With the new school year in full swing, my thoughts turn to those students who have the will to succeed, but not always the resources.
Haciéndolo juntos
Con el nuevo año escolar en todo su apogeo, mi pensamiento se dirige a aquellos estudiantes que tienen la voluntad de tener éxito, pero no siempre los recursos.