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Discipline Disparity
Disparidad disciplinaria

Analysis finds racial disparities in NY prison discipline
Un análisis revela disparidades raciales disciplinarias en las cárceles de Nueva York 

Discipline Disparity

Analysis finds racial disparities in NY prison discipline

“The criminal justice system is just one of many systems that have a devastatingly disproportionate impact on New Yorkers of color,” said State Inspector General Lucy Lang.

Persistent racial disparities in the methods of discipline administered within New York prisons were found in a damning new analysis by the New York State Inspector General’s office.

On December 1, Inspector General Lucy Lang published a report detailing the findings of a years-long examination of the delivery of discipline in the state’s Department of Corrections and Community Supervision (DOCCS), a system which currently incarcerates approximately 30,000 people across New York.

The analysis found that Black and Hispanic incarcerated individuals remain more likely than their White counterparts to face additional punishment behind bars.

Among the findings detailed in the report:

  • A Black incarcerated individual was more than 22 percent more likely to be issued a Misbehavior Report than a white incarcerated individual;
  • An Hispanic incarcerated individual was more than 12 percent more likely to be issued a Misbehavior Report than a white incarcerated individual;
  • Non-white incarcerated individuals were issued more Misbehavior Reports, per person, than white incarcerated individuals.

This disparity has occurred despite policy changes within DOCCS intended to address the known problem of inequity in the administration of Misbehavior Reports for offenses committed while in custody, the report said.

Disparities persisted regardless of the severity of crimes leading to incarceration, how long an individual has been incarcerated, or the demographics of DOCCS’s workforce, the report said. Notably, it was also determined that despite multiple corrective efforts undertaken by DOCCS to address this issue, the disparities increased slightly between 2017 and 2019, before increasing significantly in 2020, when Black and Hispanic incarcerated individuals were nearly 38 percent and 29 percent more likely than white incarcerated individuals to be issued a Misbehavior Report, respectively.

In response to the analysis and report, DOCCS issued a statement saying it will perform “continued analysis, education, and training” to promote “a fair and just criminal justice system during the period of incarceration and when an individual is released to the community under supervision.”

“DOCCS welcomes continued engagement in a continuous process of improving its services and methods for ensuring that environment,” the agency said.

Lang has issued multiple recommendations to DOCCS, including requiring annual anti-bias training for all staff, capturing additional data about disciplinary processes, publication of data that can be cross-referenced with demographic data, increasing the use of centralized hearing officers, and expanding the use of fixed camera systems within all correctional facilities across the state.

“There is no doubt that the criminal justice system is just one of many systems that have a devastatingly disproportionate impact on New Yorkers of color,” said Lang.

“Sadly, as reflected by the six years of data in our Report, although racial disparities may not start at the prison gates, unfortunately they also do not end there,” Lang said. “We are hopeful that shining a light on this continuing inequality will contribute to changes in policy and practice that prioritize equal justice and dignity to incarcerated New Yorkers.”

 The full report can be found at ig.ny.gov.

Disparidad disciplinaria

Un análisis revela disparidades raciales disciplinarias en las cárceles de Nueva York

“El sistema de justicia penal es sólo uno de los muchos que tienen un impacto desproporcionadamente devastador en los neoyorquinos de color”, declaró la inspectora general del estado, Lucy Lang.

Un nuevo análisis de la Oficina de la inspectora general del estado de Nueva York revela la persistencia de disparidades raciales en los métodos disciplinarios aplicados en las prisiones neoyorquinas.

El 1 de diciembre, la inspectora general Lucy Lang publicó un informe en el que se detallan las conclusiones de una investigación de varios años sobre la aplicación de medidas disciplinarias en el Departamento de Instituciones Penitenciarias y Supervisión Comunitaria (DOCCS, por sus siglas en inglés) del estado, un sistema que actualmente encarcela a unas 30,000 personas en todo Nueva York.

El análisis reveló que las personas negras e hispanas encarceladas siguen teniendo más probabilidades que sus homólogos blancos de sufrir castigos adicionales tras las rejas.

Entre las conclusiones detalladas en el informe figuran las siguientes:

  • Una persona negra encarcelada tiene un 22% más de probabilidad de recibir un informe de mala conducta que una persona blanca encarcelada.;
  • Una persona hispana encarcelada tiene un 12% más de probabilidad de recibir un informe de mala conducta que una persona blanca encarcelada;
  • Las personas no blancas encarceladas recibieron más reportes de mala conducta, por persona, que los individuos blancos encarcelados.

Esta disparidad se ha producido a pesar de los cambios de política dentro del DOCCS para abordar el conocido problema de la falta de equidad en la administración de los reportes de mala conducta por faltas cometidas durante la custodia, según el informe.

Las disparidades persisten independientemente de la gravedad de las conductas que conducen al encarcelamiento, el tiempo que un individuo ha estado encarcelado, o la demografía de la fuerza de trabajo de DOCCS, según el informe. Notablemente, también se determinó que a pesar de los múltiples esfuerzos correctivos emprendidos por DOCCS para resolver este problema, las disparidades aumentaron ligeramente entre 2017 y 2019, antes de aumentar significativamente en 2020, cuando los individuos negros e hispanos encarcelados tenían casi un 38 por ciento y un 29 por ciento más de probabilidades que los individuos blancos encarcelados de recibir un reporte de mala conducta, respectivamente.

En respuesta al análisis y al informe, el DOCCS emitió una declaración diciendo que realizará “análisis, educación y capacitación continuos” para promover “un sistema de justicia penal justo y equitativo durante el período de encarcelamiento y cuando un individuo es liberado a la comunidad bajo supervisión”.

“El DOCCS agradece el compromiso permanente en un proceso continuo de mejora de sus servicios y métodos para garantizar ese entorno”, dijo la agencia.

Lang ha emitido múltiples recomendaciones al DOCCS, incluyendo la exigencia de formación anual anti-prejuicio para todo el personal, la captura de datos adicionales sobre los procesos disciplinarios, la publicación de datos que se pueden cruzar con datos demográficos, el aumento del uso de oficiales de audiencia centralizados, y la ampliación del uso de sistemas de cámaras fijas dentro de las instalaciones carcelarias en todo el estado.

“No hay duda de que el sistema de justicia penal es sólo uno de los muchos que tienen un impacto devastador y desproporcionado en los neoyorquinos de color”, dijo Lang.

“Lamentablemente, como reflejan los datos de seis años de nuestro Informe, aunque las disparidades raciales no empiecen a las puertas de las cárceles, por desgracia tampoco terminan ahí”, comentó. “Tenemos la esperanza de que sacar a la luz esta continua desigualdad contribuya a cambios en la política y en la práctica que den prioridad a la igualdad de justicia y dignidad para los neoyorquinos encarcelados”.  

El informe completo puede consultarse en ig.ny.gov.

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