Decibel Duty
Deber de decibelios

Decibel Duty
Task force aims to address noise pollution
By Gregg McQueen

It’s loud uptown.
Vexed community members have formed a task force to help solve noise problems they say have surged in recent months.
The “Task Force on Noise Pollution” was designed to engage local stakeholders, elected officials and city agencies to craft solutions to noise issues.
Since January, Washington Heights and Inwood zip codes have logged more noise complaints than any other area of Manhattan, according to city data. This includes nearly 18,000 street noise complaints and over 3,700 illegal fireworks complaints.
At a press conference on August 10, task force members said they were motivated to act after months of daily aural assaults from fireworks, drag racing, street parties and loud music.
They also suggested that city officials and law enforcement have not done enough to address what they called “noise violence.”
“The time has come to realize that this is a point of crisis in this community,” said Inwood resident David Friend. “We need elected officials and the powers that be in this neighborhood and in this city to work with us.”

The task force is an offshoot of a Facebook group dubbed WaHI and Inwood for Respectful Decibel Levels, which was launched in May and now has nearly 700 members.
Group participants spurred Community Board 12 to hold a virtual public hearing on noise pollution on August 4, where CB12 member Tanya Bonner first suggested the idea of a task force.
“This effort really needs to be led by the community,” said Bonner. “We’re hoping that all our elected officials and all of our city enforcement agencies will support us.”
Community members described the physical toll of the noise pollution, sharing stories of a local man with epilepsy who had a seizure due to lack of sleep from all-night illegal fireworks, and a woman who suffered a heart attack.
“This is not a community just whining – this is a public health issue,” said Bonner.
Maggie Clarke said the local police precincts only have about six patrol cars at night to follow up on noise complaints.
“There are hundreds of complaints each night, and six cars can’t do it,” she said. “As a result of this, people are not only losing their sleep but losing their health.”
She pointed out that illegal fireworks caused an apartment fire on Nagle Avenue in July.
“It’s selfishness, and there’s nobody stopping this,” she stated.
Friend, who works as a professional musician, has needed to conduct virtual music lessons from his home during the pandemic.

“What is required to teach a remote piano lesson from home? Quiet. The same thing applies to actors, the same thing applies to public school teachers, the same thing applies to business people who are having meetings on Zoom in their living rooms. This crisis is affecting our livelihoods,” he said.
Noise issues in Northern Manhattan are much worse in 2020, Bonner said, but are not new to local residents.
“For years, I’ve begged and pleaded with those with the power to change this to do so,” she said.
At the recent public hearing, environmental psychologist Dr. Arline Bronzaft discussed a pair of research studies she led at P.S. 98 that indicated that excessive noise from the nearby elevated subway tracks had an adverse effect on young people learning in the classroom.
“Noise is a health issue. I do not want to just call it a quality of life issue,” Bronzaft said at the hearing, where she also cited studies linking noise to high blood pressure and cardiovascular issues.
Migdalia Quiñones, who has lived in Inwood for 33 years, said some have sought to excuse the noise activity as part of the neighborhood’s Latino culture.
Quiñones disagreed.

“We have a beautiful culture,” asserted Quiñones, “but this is not about culture. Bad behavior is bad behavior.”
“As a Hispanic woman who has lived here more than 30 years, I don’t agree that it’s just something to accept,” she added. “We’re not picking on anybody. We all just want to live in peace.”
Following CB12’s public hearing on August 4, City Councilmember Ydanis Rodríguez commended the idea of a task force.
“[This] will be a community-based effort to solve an issue that affects us all, in a manner that is inclusive and solution-oriented. I am proud to be a part of a community that enjoys the outdoors and the company of friends and family. However, we must all be conscious and respectful of the spaces we share with our neighbors and their own needs within those spaces,” he said in a statement. “I look forward to continuing working alongside Community Board 12, our local elected offices and the community to ensure we continue improving the quality of life for all our residents in Northern Manhattan.”
Deber de decibelios
Organizando contra la contaminación acústica
Por Gregg McQueen

El Alto es ruidoso.
Los enfadados miembros de la comunidad han formado un grupo de trabajo para ayudar a resolver los problemas de ruido que, según dicen, han aumentado en los últimos meses.
El “Grupo de trabajo sobre contaminación acústica” fue diseñado para involucrar a las partes interesadas locales, funcionarios y agencias de la ciudad para diseñar soluciones a los problemas del ruido.
Desde enero, los códigos postales de Washington Heights e Inwood han registrado más quejas por ruido que cualquier otra área de Manhattan, según datos de la ciudad. Esto incluye casi 18,000 quejas por ruido en la calle y más de 3,700 quejas por fuegos artificiales ilegales.
En una conferencia de prensa el 10 de agosto, los miembros del grupo de trabajo dijeron estar motivados para actuar después de meses de ataques auditivos diarios con fuegos artificiales, carreras de autos, fiestas callejeras y música a todo volumen.
También sugirieron que los funcionarios de la ciudad y las fuerzas del orden no han hecho lo suficiente para abordar lo que llamaron “violencia por ruido”.
“Ha llegado el momento de darse cuenta de que este es un punto de crisis en esta comunidad”, dijo David Friend, residente de Inwood. “Necesitamos que los funcionarios y los poderes que están en este vecindario y en esta ciudad trabajen con nosotros”.

El grupo de trabajo es una rama de un grupo de Facebook llamado WaHI and Inwood for Respectful Decibel Levels, que se lanzó en mayo y ahora cuenta con más de 600 miembros.
Los participantes del grupo alentaron a la Junta Comunitaria 12 a realizar una audiencia pública virtual sobre la contaminación acústica el 4 de agosto, en la que Tanya Bonner, miembro de la CB12, sugirió por primera vez la idea de un grupo de trabajo. “Este esfuerzo realmente necesita ser dirigido por la comunidad”, dijo Bonner, quien también es cofundadora del grupo de Facebook. “Esperamos que todos nuestros funcionarios y todas las agencias del orden de nuestra ciudad nos apoyen”.
Los miembros de la comunidad describieron el costo físico de la contaminación acústica y compartieron historias de un hombre local con epilepsia que tuvo una convulsión debido a la falta de sueño por los fuegos artificiales ilegales durante toda la noche, y una mujer que sufrió un infarto.
“Esta no es una comunidad solo quejándose, es un problema de salud pública”, dijo Bonner.
Maggie Clarke comentó que las comisarías locales solo tienen alrededor de seis patrullas por la noche para dar seguimiento a las quejas por ruido.
“Hay cientos de quejas cada noche y seis autos no pueden lograrlo”, dijo. “Como resultado de esto, la gente no solo está perdiendo el sueño, sino también la salud”.
Señaló que los fuegos artificiales ilegales provocaron un incendio en un apartamento en la avenida Nagle en julio.
“Es egoísmo, y nadie lo detiene”, afirmó.
Friend, quien trabaja como músico profesional, ha tenido que impartir lecciones virtuales de música desde su casa durante la pandemia.

“¿Qué se requiere para dar una lección de piano a distancia desde casa? Silencio. Lo mismo aplica a los actores, lo mismo aplica a los profesores de escuelas públicas, lo mismo aplica a los empresarios que tienen reuniones vía Zoom en sus salas de estar. Esta crisis está afectando nuestros medios de vida”, dijo.
Los problemas de ruido en el norte de Manhattan son mucho peores en 2020, dijo Bonner, pero no son nuevos para los residentes locales.
“Durante años, he rogado y suplicado a quienes tienen el poder de cambiar esto, que lo hagan”, dijo.
En la reciente audiencia pública, la psicóloga ambiental Dra. Arline Bronzaft discutió un par de estudios de investigación que dirigió en la P.S. 98 que indicaron que el ruido excesivo de las vías elevadas cercanas del metro tenía un efecto adverso en los jóvenes que estaban aprendiendo en sus aulas.
“El ruido es un problema de salud. No quiero llamarlo simplemente un problema de calidad de vida”, dijo Bronzaft en la audiencia, en la que también citó estudios que relacionan el ruido con la presión arterial alta y problemas cardiovasculares.
Migdalia Quiñones, quien ha vivido en Inwood durante 33 años, dijo que algunos han buscado excusar la actividad del ruido como parte de la cultura latina del vecindario.
Quiñones no estuvo de acuerdo.

“Tenemos una cultura hermosa”, afirmó, “pero esto no se trata de cultura. El mal comportamiento es el mal comportamiento”.
“Como mujer hispana que ha vivido aquí más de 30 años, no estoy de acuerdo en que sea algo que debamos aceptar”, agregó. “No nos estamos metiendo con nadie. Tan solo queremos vivir en paz”.
Luego de la audiencia pública de la CB12 el 4 de agosto, el concejal de la ciudad Ydanis Rodríguez elogió la idea de un grupo de trabajo.
“El grupo de trabajo será un esfuerzo comunitario para resolver un problema que nos afecta a todos, de una manera inclusiva y orientada a la solución. Estoy orgulloso de ser parte de una comunidad que disfruta del aire libre y de la compañía de amigos y familiares. Sin embargo, todos debemos ser conscientes y respetuosos de los espacios que compartimos con nuestros vecinos y sus propias necesidades dentro de esos espacios”, dijo en un comunicado. “Espero seguir trabajando junto con la Junta Comunitaria 12, nuestros funcionarios locales y la comunidad para asegurar que continuemos mejorando la calidad de vida de todos nuestros residentes del norte de Manhattan”.