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Census Bureau to end counting period one month early

By Gregg McQueen


New York City currently has a 54 percent Census response rate.

31 days less.

The U.S. Census Bureau has announced that it is set to end all counting efforts for the 2020 Census by the end of September, one month earlier than previously indicated.

In a statement released on August 3, Bureau Director Steve Dillingham said, “We will end field data collection by September 30, 2020. Self-response options will also close on that date.”

This marked a change from the October 31 deadline the Trump administration had formerly announced.

The Bureau said it was committed to a complete and accurate count, noting it would hire additional employees to accelerate the completion of data collection.

“We will improve the speed of our count without sacrificing completeness,” Dillingham said. “As part of our revised plan, we will conduct additional training sessions and provide awards to enumerators in recognition of those who maximize hours worked. We will also keep phone and tablet computer devices for enumeration in use for the maximum time possible.”

The Secretary of Commerce, who oversees the Census Bureau, has mandated the Census count be reported to the President by December 31.

In New York City, Census stakeholders acknowledged the tighter deadlines posed challenges for getting people to respond to the survey.

“We’re running out of time ‒ we just lost 31 days,” said Kathleen Daniel, Field Director for NYC Census 2020, during an August 5 virtual roundtable for reporters from the community and ethnic media outlets.

Daniel noted that less than two months existed for door-to-door enumerators, who began their efforts several weeks ago, to conduct follow up with New Yorkers who have not yet responded.

New York City currently has a 54 percent response rate, compared to 63 percent for the rest of the country, she said.

Bitta Mostofi, Commissioner of the Mayor’s Office of Immigrant Affairs (MOIA), said the shrunken counting window for the 2020 Census increased the urgency for the city’s outreach efforts.

“Now is the time to dispel any myths, any concerns… also to double down on how important it is for all of us,” she said. “Each and every one of us has greater responsibility to make sure that people respond.”

Mostofi stressed that no question regarding citizenship appears on the Census.

“We will improve the speed of our count,” said Bureau Director Steve Dillingham.

“We cannot repeat that enough,” she remarked, explaining that the Trump administration’s earlier threats to add a citizenship question served to create still-lingering anxiety among immigrants.

There are also no Census questions related to income, finances or political affiliation, and responses are completely confidential.

“By law, the Census Bureau cannot share information about any individual with law enforcement, immigration, your landlord or even your city,” Mostofi said.

Amit Bagga, Deputy Director of NYC Census 2020, called the Census “the very foundation of our democracy,’’ which decides how $1.5 trillion in federal dollars are allocated. The count also determines the number of Congressional representatives a state will have.

“We get the money, the power and the respect that we are Constitutionally guaranteed,” he said.

Mostofi slammed a July 21 memo by President Trump that seeks to exclude undocumented immigrants from the headcount to determine Congressional representation.

She called the effort “just a stunt ‒ a political stunt intended to instill fear.”

New York State Attorney General Letitia James is spearheading a court challenge to Trump’s attempt at keeping immigrants from the count.

“No one ceases to be a person because they lack documentation,” James said in a statement. “Under the law, every person residing in the U.S. during the Census, regardless of status, must be counted.”

Residents can still self-respond until September 30.

People can still self-respond to the Census until September 30. Those who have not yet replied can soon expect a home visit from an enumerator soon, Daniel said.

Census takers will follow COVID protocols and wear PPE.

“They can do it outside your door, whatever is comfortable, in a socially distant manner,” said Daniel. “You are in control and we want people to be as comfortable as possible.”

She explained how New Yorkers can verify that door knockers are legitimate Census takers ‒ all enumerators are required to wear a photo ID around their neck with a U.S. Dept of Commerce marking. They will also be carrying a Census Bureau bag and have Census stickers on their devices.

“These people are hired from our communities. It might be your neighbor who is knocking on the door and then it won’t be as scary,” said Meeta Anand, Census 2020 Senior Fellow at the New York Immigration Coalition (NYIC).

Bagga said New York State would be weakened by an undercount in the current Census.

“There’s a saying that there’s strength in numbers,” he said. “When we don’t show up in the numbers, there’s no real way for us to demonstrate strength.”

 

For more, please visit NYC.gov/censuscalls.


 

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La Oficina del Censo finalizará el período de conteo un mes antes

Por Gregg McQueen 


Nos estamos quedando sin tiempo”, dijo la directora de campo Kathleen Daniel.

31 días menos.

La Oficina del Censo de los Estados Unidos ha anunciado que finalizará todos los esfuerzos de conteo para el Censo de 2020 a fines de septiembre, un mes antes de lo indicado anteriormente.

En un comunicado emitido el 3 de agosto, el director de la Oficina, Steve Dillingham, dijo: “Terminaremos con la recopilación de datos de campo el 30 de septiembre de 2020. Las opciones de respuesta automática también se cerrarán en esa fecha”.

Esto marcó un cambio con respecto a la fecha límite del 31 de octubre que la administración Trump había anunciado anteriormente.

La oficina dijo estar comprometida con un conteo completo y preciso, señalando que contrataría empleados adicionales para acelerar la finalización de la recopilación de datos.

“Mejoraremos la velocidad de nuestro recuento sin sacrificar la integridad”, dijo Dillingham. “Como parte de nuestro plan revisado, llevaremos a cabo sesiones adicionales de capacitación y otorgaremos premios a los empadronadores en reconocimiento a quienes maximizan las horas trabajadas. También mantendremos en uso dispositivos telefónicos y tabletas para el conteo durante el máximo tiempo posible”.

El secretario de Comercio, quien supervisa la Oficina del Censo, ha ordenado que el recuento del censo se informe al presidente antes del 31 de diciembre.

En la ciudad de Nueva York, las partes interesadas del censo reconocieron que los plazos más ajustados plantean desafíos para que la gente responda a la encuesta.

Los esfuerzos de divulgación han continuado en toda la ciudad.

“Nos estamos quedando sin tiempo, acabamos de perder 31 días”, dijo Kathleen Daniel, directora de campo del Censo 2020 de NYC, durante una mesa redonda virtual del 5 de agosto para periodistas de medios de comunicación étnicos y comunitarios.

Daniel señaló que quedan menos de dos meses para que los encuestadores de puerta en puerta, quienes comenzaron sus esfuerzos hace varias semanas, realicen un seguimiento con los neoyorquinos que aún no han respondido.

La ciudad de Nueva York tiene actualmente una tasa de respuesta del 54 por ciento, en comparación con el 63 por ciento del resto del país, dijo.

Bitta Mostofi, comisionada de la Oficina del alcalde para Asuntos de Inmigrantes (MOIA, por sus siglas en inglés), dijo que la ventana de conteo reducida para el Censo de 2020 aumentó la urgencia de los esfuerzos de alcance de la ciudad.

“Ahora es el momento de disipar los mitos, las preocupaciones… también para redoblar lo importante que es para todos nosotros”, dijo. “Todos y cada uno de nosotros tenemos una mayor responsabilidad de asegurarnos de que las personas respondan”.

Mostofi enfatizó que en el Censo no aparece ninguna pregunta sobre la ciudadanía.

“No podemos dejar de repetir eso”, comentó, explicando que las amenazas anteriores de la administración Trump para agregar una pregunta sobre ciudadanía sirvieron para crear una ansiedad persistente entre los inmigrantes.

Julie Menin es la directora del censo de la ciudad de Nueva York.

Tampoco hay preguntas del censo relacionadas con ingresos, finanzas o afiliación política, y las respuestas son completamente confidenciales.

“Por ley, la Oficina del Censo no puede compartir información sobre ningún individuo con la policía, inmigración, ni el propietario de su hogar, ni siquiera con su ciudad”, dijo Mostofi.

Amit Bagga, director adjunto del Censo 2020 de la ciudad de Nueva York, calificó al censo como “la base misma de nuestra democracia”, que decide cómo se asignan $1.5 billones en dólares federales. El recuento también determina el número de representantes del Congreso que tendrá un estado.

“Obtenemos el dinero, el poder y el respeto que se nos garantiza constitucionalmente”, dijo.

Mostofi criticó un memorando del 21 de julio del presidente Trump que busca excluir a los inmigrantes indocumentados del recuento para determinar la representación en el Congreso.

Llamó al esfuerzo “tan solo un truco, un truco político que busca infundir miedo”.

La fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, encabeza un desafío judicial al intento de Trump de mantener a los inmigrantes fuera del conteo.

“Nadie deja de ser una persona porque carece de documentación”, dijo James en un comunicado. “Según la ley, todas las personas que residen en los Estados Unidos, durante el censo, independientemente de su estatus, deben ser contadas”.

Los censistas seguirán los protocolos de COVID y usarán PPE.

Las personas aún pueden responder por sí mismas al Censo hasta el 30 de septiembre. Quienes aún no hayan respondido, pronto pueden esperar una visita a domicilio de un encuestador pronto, dijo Daniel.

Los censistas seguirán los protocolos de COVID y usarán PPE.

“Pueden hacerlo afuera de su puerta, como sea cómodo, de una manera socialmente distante”, dijo Daniel. “Ustedes tienen el control y queremos que la gente se sienta lo más cómoda posible”.

Explicó cómo los neoyorquinos pueden verificar que quienes llaman a las puertas son encuestadores legítimos del Censo: todos los censistas deben llevar una identificación con fotografía alrededor del cuello con una marca del Departamento de Comercio de los Estados Unidos. También llevarán una bolsa de la Oficina del Censo y tendrán calcomanías del Censo en sus dispositivos”.

“Estas personas son contratadas en nuestras comunidades. Puede que sea su vecino el que esté llamando a la puerta y entonces no dará tanto miedo”, dijo Meeta Anand, investigadora principal del Censo 2020 de la Coalición de Inmigración de Nueva York (NYIC, por sus siglas en inglés).

Bagga dijo que el estado de Nueva York se vería debilitado por un conteo insuficiente en el censo actual.

“Hay un dicho que dice que hay fuerza en los números”, dijo. “Cuando no aparecemos en los números, no hay una forma real de demostrar fortaleza”.

 

Para obtener más información, por favor visite NYC.gov/censuscalls.


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