Story and photos by Gregg McQueen Angela Baltimore was feeling lost. When her husband passed away in 2011, she was faced with helping her two young children deal with the loss of their father, while simultaneously coping with her own grief. “Sometimes you can feel so alone, and don’t know how to help yourself or your kids,” remarked Baltimore. But things began to change when she connected with a support group offering bereavement assistance to both parents and young people. Run by the nonprofit A Caring Hand since 2008, the program helps adults and children ages five to 17 cope with the death of a significant person in their life. “We know that coping strategies can make a difference,” said Dr. Robin Goodman, Executive Director of A Caring Hand. “When kids can talk to each other, it really helps. And when families do the program together, it helps even more.” Baltimore credited the support group with getting her family through a difficult time. In addition to participating in group sessions led by a moderator, children make art and play games while adults take part in their own discussion. “It’s great to connect with other people who are going through the exact same experience,” said participant Lavelle Watson. “It made me feel like there’s hope.” A Caring Hand has announced that it will launch a new bilingual grief program for families, beginning on March 23 at the Harlem Children’s Zone. It is the only bereavement group in New York City for bilingual families, said Goodman. The group will meet once a week for 11 weeks, with optional monthly meetings thereafter. All services are provided free of charge or on a sliding scale. “Parents are also given advice on how to help children younger than five to deal with loss,” Goodman said. The bilingual grief program was announced on March 1 during a media event at City College. “Each year, more than 4,000 children in New York City experience the loss of a parent or sibling,” said Manhattan Borough President Gale Brewer, who served on the City Council’s Mental Health Committee during her time as Councilmember. If unaddressed, grief can cause lifelong problems at school, work and relationships, added Brewer. A Caring Hand was founded by Susan Esposito-Lombardo in memory of her father, who was killed on September 11, 2001. Initially, the group’s mission was to provide financial assistance for educational opportunities to children who experienced the loss of a parent. “We soon learned we needed to do more in our own community and began serving families directly,” said Esposito-Lombardo. The new bilingual program is designed to help mental health advocacy in multicultural communities and reach disadvantaged youth. It is sponsored by grants from the New York Life Foundation and A Little Hope, a national nonprofit that offers bereavement assistance for young people. A Caring Hand’s Harlem program was one of four in the United States to receive financial support from A Little Hope, said that organization’s Vice President, Tanhya Schimel. Since 2008, A Caring Hand has assisted more than 900 people in its family bereavement programs. After participation in a support group, both children and parents report that they experience less depression, and have better coping skills, said Goodman. “Following loss of a loved one, parents have the burden of managing their own grief, and it can be really hard to connect with a child during that difficult time,” Goodman said. “This helps them support each other through the process.” “There are no clichés in this group, no empty pats on the back,” remarked Baltimore. “They’re really intent on giving you lasting methods to help you cope with everyday life.” Historia y fotos por Gregg McQueen Ángela Baltimore se sentía perdida. Cuando su marido falleció en 2011, ella se enfrentó a tener que ayudar sus dos hijos pequeños a lidiar con la pérdida de su padre, mientras que afrontaba al mismo tiempo su propio dolor. “A veces puedes sentirte tan sola y no sabes cómo ayudarte a ti o a tus hijos”, comentó Baltimore. Entonces se conectó con un grupo de apoyo que ofrece asistencia de duelo para padres y jóvenes. Dirigido por A Caring Hand, una organización sin fines de lucro de Manhattan desde el año 2008, el programa ayuda a adultos y niños de cinco a 17 años a enfrentar la muerte de una persona importante en su vida. Los niños aprenden habilidades para manejar su dolor, mientras que padres y cuidadores reciben apoyo para guiar a los niños. “Sabemos que las estrategias de manejo de dolor pueden hacer una diferencia”, dijo la Dra. Robin Goodman, directora ejecutiva de A Caring Hand. “Cuando los niños pueden hablar unos con otros, les ayuda mucho. Y cuando las familias hacen el programa juntas, les ayuda aún más”. Baltimore le atribuye al grupo de apoyo el que su familia superara el difícil momento. “Me sentí cómoda en el grupo y como si no estuviera siendo juzgada”, dijo Baltimore. “Realmente ayudó a mis hijos también, y esperan el futuro”. Además de participar en sesiones de grupo dirigidas por un moderador, los niños hacen arte y juegan, mientras que los adultos participan en su propia discusión. “Es muy bueno conectarse con otras personas que están pasando por la misma experiencia”, dijo la participante Lavelle Watson. “Me hizo sentir que hay esperanza”. A Caring Hand anunció que va a lanzar un nuevo programa familiar bilingüe para enfrentar el dolor, que comienza el 23 de marzo en Children’s Zone de Harlem. Es el único grupo bilingüe de duelo en la ciudad de Nueva York para familias, dijo Goodman. Todos los servicios se proporcionan de forma gratuita o en una escala. “Los padres también reciben consejos sobre cómo ayudar a los niños menores de cinco años a hacer frente a la pérdida”, dijo Goodman. El programa bilingüe de duelo se anunció el 1° de marzo durante un evento mediático en el City College. “Cada año, más de 4,000 niños en la ciudad de Nueva York experimentan la pérdida de un padre o un hermano”, dijo la presidente del condado de Manhattan Gale Brewer, quien sirvió en el Comité de Salud Mental del Ayuntamiento durante su tiempo como miembro del Concejo. El dolor sin tratar puede causar problemas de por vida en la escuela, el trabajo y las relaciones, agregó Brewer. A Caring Hand fue fundada por Susan Esposito-Lombardo en memoria de su padre, quien murió el 11 de septiembre de 2001. En un principio, la misión del grupo era proporcionar ayuda financiera para oportunidades educativas a los niños que habían experimentado la pérdida de un padre. “Pronto aprendimos que teníamos que hacer más en nuestra propia comunidad y comenzamos a servir a las familias directamente”, dijo Esposito-Lombardo. El nuevo programa bilingüe está diseñado para ayudar a la defensa de la salud mental en las comunidades multiculturales y llegar a los jóvenes desfavorecidos. Está patrocinado por subvenciones de la Fundación New York Life y A Little Hope, una organización no lucrativa nacional que ofrece asistencia de duelo a jóvenes. Un programa de Harlem de A Caring Hand fue uno de cuatro en los Estados Unidos que recibió el apoyo financiero de A Little Hope, dijo la vicepresidente de la organización, Tanhya Schimel. Desde 2008, A Caring Hand ha ayudado a más de 900 personas en sus programas familiares de duelo. Después de participar en un grupo de apoyo, tanto niños como padres reportaron que experimentaron menos depresión y tienen mejores habilidades para afrontar el dolor, dijo Goodman. “Tras la pérdida de un ser querido, los padres tienen la carga de manejar su propio dolor y puede ser muy difícil conectarse con un niño durante ese tiempo difícil”, dijo Goodman. “Esto ayuda a que se apoyan entre sí a través del proceso”. “No hay estereotipos en este grupo, ni palmaditas vacías en la espalda”, comentó Baltimore. “Realmente tienen la intención de dar métodos duraderos para ayudarles a lidiar con la vida cotidiana”.Concern y cariño
Bilingual support group helps families cope with grief
Children learn skills to manage their grief, while parents and caregivers receive support to guide the children.
“I felt comfortable in the group and like I wasn’t being judged,” Baltimore said. “It really helped my kids as well, and they looked forward to coming.”
A Caring Hand’s bilingual grief program for families will begin on March 23 at the Harlem Children’s Zone. For more information or to register, go to www.acaringhand.org or call 212.229.2273.La pena y las palabras
Grupo de apoyo bilingüe ayuda lidiar con el dolor
El grupo se reunirá una vez a la semana durante 11 semanas, con reuniones mensuales opcionales a partir de entonces.
El programa familiar bilingüe de A Caring Hand iniciará el 23 de marzo en Children’s Zone de Harlem. Para más información o para inscribirse, visite www.acaringhand.org o llame al 212.229.2273.