
Change in the Chapters
By Kathleen M. Pike
The World Health Organization (WHO) has just released the new International Classification of Diseases, the ICD-11. WHO has the unique mandate of working with 194 Member States around the world to achieve better health for everyone, everywhere. The first essential step towards doing so is a classification system that can be used by all nations to define and describe the universe of diseases, disorders, injuries and other related health conditions. Welcome ICD-11!
Mental, behavioral and neurodevelopmental disorders are housed in Chapter 6. Comprising a decade of work led by Geoffrey M. Reed PhD, this new chapter represents the culmination of the efforts and contributions of thousands of individuals, including researchers, clinicians and service users from around the world.
- Classification is the essential core of all of our health research, policy and care.The ICD-11 serves as the bible of classification. If a condition, disease or disorder gets a name, it gets a code, and then it becomes part of the health system. This means that health policies can provide coverage, health providers can be trained in the care of the condition, and health systems can track trends and statistics globally. You know when you leave the doctor’s office with an encounter form covered with codes? Those are ICD codes. You know when you read in the paper that depression and suicide are on the rise globally? That is because the ICD provides a common language and system for describing and documenting such trends.
Gaming disorder is now a mental disorder.
- Transgender is no longer a mental disorder. The ICD-11 now includes a new chapter on sexual health. This has made it possible to formally re-categorize certain conditions which were formerly listed as mental health conditions. Of particular import is the move of gender incongruence– the ICD term for people whose gender identity is different from the gender they were assigned at birth – out of the mental disorders chapter and into the sexual health chapter. The change reflects important advances in understanding sexual health and aims to improve social acceptance among transgender people, while still making important health resources available.
- Gaming disorder is now a mental disorder. It has been added to the Addictive Behavior subgroup. Previously, only “Gambling Disorder” was included as a behavioral addiction warranting a diagnosis. The disorder is characterized by impaired control and limit setting over gaming; increasing priority given to gaming over other activities to the extent that gaming takes precedence over other interests; and daily activities and continuation of gaming despite the occurrence of negative consequences. Significant psychosocial impairments must be present and a duration criterion of 12 months applies unless the symptoms are very severe, in which case the duration criterion may be shortened. Although most parents are frustrated by their kids’ obsession with electronic games at some point, the threshold for gaming disorder rules out this normative experience and is intended to identify those whose lives are severely impacted.
- Post-Traumatic Stress Disorder (PTSD) changes in important ways. PTSD has been in previous versions of the ICD. The big change is that the concept of Post-Traumatic Stress Disorder (PTSD) is now narrower. PTSD requires the presence of three core symptoms: re-experiencing, avoidance, and perceptions of heightened current threat. In addition, the ICD-11 has introduced a new complex PTSD category. In addition to the full clinical experience of PTSD, individuals with complex PTSD also report problems regulating mood, persistent problems in self-worth and self-esteem and difficulties in sustaining relationships and in feeling close to others.
- Avoidant Restrictive Food Intake Disorder is a new and different kind of eating disorder. One of the significant additions we proposed was the introduction of Avoidant-Restrictive Food Intake Disorder (ARFID). At home, you might call this “picky eating.” It is picky eating taken to the extreme. Usually starting in childhood, ARFID is characterized by abnormal eating that results in the intake of an insufficient quantity or variety of food to meet adequate energy or nutritional requirements. The pattern of restricted eating causes significant weight loss or failure to gain weight as expected in childhood or pregnancy, clinically significant nutritional deficiencies, dependence on oral nutritional supplements. Unlike other eating disorders, in the case of ARFID, the eating pattern is not driven by concerns about body weight or shape.

The ICD-11 marks the first update of this global classification system since 1990. There are many other changes in the mental, behavioral and neurodevelopmental disorders chapter of the ICD-11 that reflect our increased understanding of mental disorders. The WHO Collaborating Centre at Columbia University Department of Psychiatry has contributed in multiple ways to this work, including serving as the Data Coordinating Center for the many field studies that were conducted to test new proposal. You can learn more at https://bit.ly/2Mr7gkW.
Kathleen M. Pike, PhD is Professor of Psychology and Director of the Global Mental Health Program at the Columbia University Medical Center. For more information, please visit cugmhp.org or call 646.774.5308.
Cambio en los capítulos
Por Kathleen M. Pike
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de lanzar la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades, la CIE-11. La OMS tiene el mandato único de trabajar con 194 estados miembro de todo el mundo para lograr una mejor salud para todos, en todas partes. El primer paso esencial para hacerlo es un sistema de clasificación que pueda ser utilizado por todas las naciones para definir y describir el universo de enfermedades, trastornos, lesiones y otras condiciones de salud relacionadas. ¡Bienvenida CIE-11!
Los trastornos mentales, conductuales y del neurodesarrollo se encuentran en el Capítulo 6. Compuesto por una década de trabajo liderada por Geoffrey M. Reed PhD, este nuevo capítulo representa la culminación de los esfuerzos y aportes de miles de personas, incluyendo investigadores, médicos y usuarios de servicios de todo el mundo.
- La clasificación es el núcleo esencial de toda nuestra investigación, políticas y cuidado de la salud.La CIE-11 funge como la biblia de la clasificación. Si una afección, enfermedad o trastorno recibe un nombre, recibe un código y luego se convierte en parte del sistema de salud. Esto significa que las políticas de salud pueden proporcionar cobertura, los proveedores de salud pueden ser capacitados en el cuidado de la afección, y los sistemas de salud pueden rastrear tendencias y estadísticas a nivel mundial. ¿Recuerda que cuando sale del consultorio del médico tiene un formulario del encuentro con códigos? Esos son códigos CIE. ¿Recuerda cuando lee en el periódico que la depresión y el suicidio están en aumento en todo el mundo? Esto se debe a que la CIE proporciona un lenguaje común y un sistema para describir y documentar dichas tendencias.
- Transgénero ya no es un trastorno mental. La CIE-11 ahora incluye un nuevo capítulo sobre salud sexual. Esto ha permitido reclasificar formalmente ciertas condiciones que anteriormente se listaban como afecciones de salud mental. De particular importancia es el movimiento de incongruencia de género, el término CIE para las personas cuya identidad de género es diferente del género que se les asignó al nacer, fuera del capítulo de trastornos mentales y en el capítulo de salud sexual. El cambio refleja importantes avances en la comprensión de la salud sexual y tiene como objetivo mejorar la aceptación social entre las personas transgénero, al tiempo que sigue poniendo a disposición importantes recursos de salud.
- El trastorno del juego es ahora un trastorno mental. Ha sido agregado al subgrupo de Comportamiento Adictivo, previamente, solo se incluía el trastorno del juego como una adicción del comportamiento explicando un diagnóstico. El trastorno se caracteriza por el deterioro del control y los límites sobre los juegos; el aumento de la prioridad otorgada a los juegos sobre otras actividades e intereses; y la continuación del juego y las actividades diarias a pesar de la ocurrencia de consecuencias negativas. Deben existir alteraciones psicosociales significativas y se aplica un criterio de duración de 12 meses, a menos que los síntomas sean muy graves, en cuyo caso el criterio de duración puede acortarse. Aunque la mayoría de los padres se sienten frustrados por la obsesión de sus hijos con los juegos electrónicos en algún momento, el umbral para el desorden de juego descarta esta experiencia normativa y tiene como objetivo identificar a las personas cuyas vidas se ven seriamente afectadas.
El concepto de trastorno de estrés
postraumático (TEPT) ahora es más estrecho.
- El trastorno de estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés) cambia de maneras importantes. El PTSD ha estado en las versiones anteriores de la CIE. El gran cambio es que el concepto del PTSD ahora es más estrecho. El PTSD requiere la presencia de tres síntomas principales: la re experimentación, la evasión y las percepciones de una mayor amenaza actual. Además, la CIE-11 ha introducido una nueva categoría compleja de PTSD. Además de la experiencia clínica completa del PTSD , las personas con PTSD complejo también informan problemas para regular el estado de ánimo, problemas persistentes de amor propio y autoestima, y dificultades para mantener relaciones y sentirse cerca de los demás.
- El Trastorno Evitativo/Restrictivo de Ingesta de Alimentos es un nuevo y diferente tipo de trastorno alimentario. Una de las adiciones significativas que propusimos fue la introducción del Trastorno Evitativo/ Restrictivo de Ingesta de Alimentos (ARFID, por sus siglas en inglés). En casa, puede llamar a esto “quisquilloso para comer”. Es ser caprichoso para comer llevado al extremo. Por lo general, a partir de la niñez, la ARFID se caracteriza por una alimentación anormal que resulta en la ingesta de una cantidad o variedad insuficiente de alimentos adecuados para satisfacer la energía o los requisitos nutricionales. El patrón de alimentación restringida causa una pérdida de peso significativa o la falta de aumento de peso como se espera en la infancia o el embarazo, deficiencias nutricionales clínicamente significativas y dependencia de los suplementos nutricionales orales. A diferencia de otros trastornos de la alimentación, en el caso de ARFID, el patrón de alimentación no está motivado por las preocupaciones sobre el peso corporal o la forma.

ver como el ser caprichoso en
comer llevado al extremo.
La CIE-11 marca la primera actualización de este sistema de clasificación global desde 1990. Hay muchos otros cambios en el capítulo sobre trastornos mentales, del comportamiento y del neurodesarrollo de la CIE-11 que reflejan nuestra mayor comprensión de los trastornos mentales. El Centro Colaborador de la OMS en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad Columbia ha contribuido de múltiples maneras a este trabajo, incluso sirviendo como Centro de Coordinación de Datos para los numerosos estudios de campo que se llevaron a cabo para probar nuevas propuestas. Puede obtener más información aquí: https://bit.ly/2Mr7gkW.
Kathleen M. Pike, PhD, es profesora de Psicología y directora del Programa Global de Salud Mental en el Centro Médico de la Universidad Columbia (CUMC, por sus siglas en inglés). Para obtener más información, por favor visite cugmhp.org o llame al 646.774.5308.