
Census 2020: A Tech Take
By Sherry Mazzocchi
Fun Fact: In 2010 the Census Bureau hired an estimated 635,000 temporary employees. This time around, it will hire almost half that number.

About 60.5 percent of the population responded to the 2010 Census right away. A few weeks later, the 635,000 temporary census workers – or enumerators – were deployed all over the country, knocking on doors of people who didn’t return the questionnaire.
“Every day, carrying heavy bags filled with paper supplies, enumerators met their supervisors at a local restaurant, like McDonald’s, to receive their workload and submit their payroll and expense data,” said the Census Bureau’s Chief of Geography Deirdre Dalpiaz Bishop.
Bishop and a team of Census Bureau experts showed off the latest mapping technology at the Esri Federal GIS Conference in early February. Esri is a global mapping company that uses geographical information system (GIS) technology to create maps and 3D visualizations with layers of embedded data.
In 2010, the Census Bureau printed more than 17 million paper maps to help enumerators navigate through their territory. They hauled around more than 50 million paper questionnaires to record respondents’ answers.
For 2020, the Census Bureau expects to hire about 350,000 enumerators. They won’t carry maps or heavy bags of forms. Instead they will have an iPhone 8, specially outfitted with Census applications. The apps allow Census takers to conduct an interview and record responses on the phone and automatically transmit the data back to headquarters.

The devices also allow enumerators to efficiently plan their route for the day. “It’s similar to what UPS uses to optimize routes to deliver packages,” said Anika Adams-Reefer, Census IT Manager in the Census Bureau’s Platform Implementation Team. The Census workers can also automatically submit their hours and expenses, eliminating the need for daily meetings with their supervisor.
It also notifies both the Census taker and the Bureau if the interview was too far away from the address to be valid. The location indicator prevents an enumerator from inputting fraudulent data at that McDonald’s instead of a non-respondent’s home.
In 2010, it took about 150,000 people to validate all of the addresses where questionnaires are mailed. At that time, 330 million people lived in 140 million housing units in the U.S.
“They walked around every block in the nation, adding, changing and deleting addresses along the way,” said Bishop. “All of the work was done in the field.”
The new technology allows workers to locate new addresses in seconds while sitting at a desk. BARCA—which stands for Block Assessment Research Classification Application—allows Census technicians to compare a 2010 block to the same geographic location in 2019.

Geographer John Pollicino, who leads the Census address canvassing office, demonstrated the tool at the conference. Using BARCA, he overlaid a 2010 Virginia satellite map of a forest with a 2019 image of the same area. “We now see a whole new subdivision,” he said. All of the new areas can be quickly marked for growth and a lack of addresses.
But Census workers may not even need to visit the area to obtain the new addresses. Working with the U.S. Post Office and state, local and tribal governments, the Bureau has validated millions of new addresses and created a huge database of information.
Looking at the screen, Pollicino said it’s likely that the Bureau already has these addresses on file. “So we may not even need to go visit this block,” he said. “What used to take over two hours to complete in the field only takes two minutes to resolve in the office.”
This year, most of the Census will be conducted online. The Census Bureau will mail out the standard paper questionnaires to about 20 percent of the population. Everyone else will receive a notice with a web address to type in their responses. Another mapping application, Response Outreach Area Mapper, or ROAM, allows the Bureau to identify hard-to-reach populations.

The interactive mapping tool combines previous low response areas with other demographics taken from the American Community Survey —including income, age, race, gender, languages spoken at home, education levels, and more. ROAM also accepts open source data to get even more granular information about residents.
By studying low response areas, Census planners can target specific outreach efforts. They can choose the best library, community center or place of worship to hold Census workshops where people can fill out forms. They will also know what languages are spoken in those areas.
“No matter why an area is hard to count, our outreach consists of installing our own voices directly in these places and recruiting other trusted messengers to help educate and locate other people to respond as well,” said Suzanne McArdle of the Bureau’s cartographic services and mapping team.
The Census believes these tools will make the 2020 count less costly, and more efficient and accurate. In addition to the paper and the web-based questionnaires, people can also respond using their phones.
“We will make it easy for people to respond anytime and anywhere,” said Bishop.
For more information on the 2020 Census, including potential employment opportunities, please visit 2020census.gov.
Censo 2020: una versión tecnológica
Por Sherry Mazzocchi
Dato curioso: en 2010, la Oficina del Censo contrató a aproximadamente 635,000 empleados temporales. Esta vez, contratará a casi la mitad de ese número.

Aproximadamente el 60.5 por ciento de la población respondió al censo de 2010 de inmediato. Unas semanas más tarde, los 635,000 trabajadores temporales del censo, o encuestadores, se desplegaron en todo el país, tocando las puertas de las personas que no respondieron el cuestionario.
“Todos los días, cargando bolsas pesadas llenas de suministros de papel, los encuestadores se reunían con sus supervisores en un restaurante local, como McDonald’s, para recibir su carga de trabajo y presentar sus datos de nómina y gastos”, dijo la jefa de Geografía de la Oficina del Censo, Deirdre Dalpiaz Bishop.
Bishop y un equipo de expertos de la Oficina del Censo mostraron la última tecnología de mapeo en la Conferencia Federal Esri GIS a principios de febrero. Esri es una compañía de cartografía global que utiliza tecnología de sistema de información geográfica (GIS, por sus siglas en inglés) para crear mapas y visualizaciones 3D con capas de información insertada.
En 2010, la Oficina del Censo imprimió más de 17 millones de mapas en papel para ayudar a los encuestadores a navegar a través de su territorio. Transportaron más de 50 millones de cuestionarios en papel para registrar las respuestas de los encuestados.
Para 2020, la Oficina del Censo espera contratar a unos 350,000 encuestadores. No llevarán mapas ni bolsas pesadas de formularios. En cambio, tendrán un iPhone 8, especialmente equipado con las aplicaciones del Censo. Las aplicaciones permiten a los participantes del Censo realizar una entrevista y registrar las respuestas en el teléfono y transmitir automáticamente los datos a la sede.

Los dispositivos también permiten a los encuestadores planificar de manera eficiente su ruta para el día. “Es similar a lo que UPS utiliza para optimizar las rutas para entregar paquetes”, dijo Anika Adams-Reefer, gerente en el equipo de implementación de la plataforma de la Oficina del Censo. Los trabajadores del Censo también pueden enviar automáticamente sus horas y gastos, eliminando la necesidad de reuniones diarias con su supervisor.
También notifica tanto al empleado del Censo como a la Oficina si la entrevista estuvo demasiado lejos de la dirección para ser válida. El indicador de ubicación evita que un encuestador ingrese datos fraudulentos en ese McDonald’s en lugar de en el hogar de un no encuestado.
En 2010, se necesitaron alrededor de 150,000 personas para validar todas las direcciones a donde se enviaron los cuestionarios por correo. En ese momento, 330 millones de personas vivían en 140 millones de unidades de vivienda en los Estados Unidos.
“Caminaron por cada cuadra de la nación, agregando, cambiando y eliminando direcciones en el camino”, dijo Bishop. “Todo el trabajo fue hecho en el campo”.
La nueva tecnología permite a los trabajadores localizar nuevas direcciones en segundos mientras están sentados en un escritorio. BARCA, siglas en inglés para Aplicación de Clasificación de Investigación de Evaluación de Cuadras, permite a los técnicos del Censo comparar una cuadra de 2010 con la misma ubicación geográfica en 2019.

John Pollicino, quien lidera la oficina de sondeo del Censo, mostró la herramienta. Utilizando BARCA, superpuso un mapa satelital de Virginia de 2010 de un bosque con una imagen de 2019 de la misma área. “Ahora vemos una subdivisión completamente nueva”, dijo. Todas las áreas nuevas se pueden marcar rápidamente por crecimiento y falta de direcciones.
Pero los trabajadores del Censo podrían ni siquiera necesitar visitar el área para obtener las nuevas direcciones. Trabajando con la Oficina de Correos de los Estados Unidos y los gobiernos estatales, locales y tribales, la Oficina ha validado millones de nuevas direcciones y ha creado una gran base de datos de información.
Mirando la pantalla, Pollicino dijo que es probable que la Oficina ya tenga estas direcciones en el archivo. “Por lo tanto, es posible que no tengamos que ir a visitar esta cuadra”, señaló. “Lo que solía tardar más de dos horas en completarse en el campo solo toma dos minutos para resolverse en la oficina”.
Este año, la mayor parte del censo se llevará a cabo en línea. La Oficina del Censo enviará por correo los cuestionarios estándar en papel a aproximadamente el 20 por ciento de la población. Todos los demás recibirán un aviso con una dirección web para escribir sus respuestas. Otra aplicación de mapeo, el Mapeador de Área de Alcance de Respuesta, o ROAM por sus siglas en inglés, permite a la Oficina identificar poblaciones difíciles de alcanzar.

La herramienta de mapeo interactivo combina áreas anteriores de baja respuesta con otros datos demográficos tomados de la Encuesta de la Comunidad Estadounidense, que incluyen ingresos, edad, raza, género, idiomas que se hablan en el hogar, niveles educativos y más. ROAM también acepta datos de código abierto para obtener aún más información granular sobre los residentes.
Al estudiar las áreas de baja respuesta, los planificadores del censo pueden dirigir esfuerzos de divulgación específicos. Pueden elegir la mejor biblioteca, centro comunitario o lugar de culto para realizar talleres del Censo donde las personas puedan completar formularios. También sabrán qué idiomas se hablan en esas áreas.
“No importa por qué un área es difícil de contar, nuestro alcance consiste en instalar nuestras propias voces directamente en estos lugares y reclutar a otros mensajeros de confianza para ayudar a educar y localizar a otras personas para que respondan también”, dijo Suzanne McArdle, de los servicios cartográficos y equipo de mapeo de la Oficina.
El Censo cree que estas herramientas harán que el 2020 cuente con menos costos, y sea más eficiente y preciso. Además de los cuestionarios en papel y en la web, las personas también pueden responder utilizando sus teléfonos.
“Facilitaremos que las personas respondan en cualquier momento y en cualquier lugar”, dijo Bishop.
Para obtener más información sobre el Censo de 2020, incluidas las posibles oportunidades de empleo, visite 2020census.gov.