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Story and photos by Gregg McQueen Samantha De La Rosa is prepping. “Instead of living day to day, I have a plan for my career and [my] savings,” says De La Rosa. Last year, she sought assistance last year from a Financial Empowerment Center (FEC) run by Phipps Neighborhoods, which provides one-on-one financial counseling, and was able to build her savings. But the work of community-based banking options such as those offered by Phipps is in peril and must be more adequately supported, argues Public Advocate Letitia James. Citing a “financial health crisis” for low-income residents, James is asking the city to increase support of community banks, credit unions and Community Development Financial Institutions (CDFIs), in order to stimulate access to loans and banking products for underserved New Yorkers. James pointed to data from the city’s Department of Consumer Affairs (DCA) that indicated that one in nine New York City households does not have a bank account. On Mon., July 17th, James visited Spring Bank to release a report detailing her recommendations to increase the city’s use of smaller, community banks and credit unions, which tend to customize banking services to low-income consumers. Spring Bank has two branch locations – in Harlem and the South Bronx. “As you walk around [here], you will not see your traditional banks,” remarked James. “Credit unions and community banks are economically targeted to serve low-income communities.” “Community banks are often the ones giving people and small businesses the money they need to succeed,” she said. In her recommendations, James called on the city to deposit funds with those institutions, create a small-dollar loan program available to certain city workers, and increase local funding for CDFIs, a federal program to stimulate loans to underserved communities. “They’re not only an alternative, but they help to change the culture,” he remarked. “They come with a savings mechanism that helps the customer to break the cycle of poverty.” James slammed a proposal in President Donald Trump’s 2018 budget that would cut federal CDFI funding by 30 percent, calling the potential effects on low-income New Yorkers “devastating.” She also voiced opposition to pending state legislation that would allow check cashing businesses to provide loans to small businesses. Tuesday Brooks, a small business owner from Harlem, explained how Spring Bank provided a loan to help her firm. Brooks founded Ajoy Management Enterprise, which provides payroll, accounting and tax assistance to other small businesses in the city, eight years ago, but said she lacked resources for marketing and was turned down by large banks due to lack of capital. “These community banks, credit unions, CDFIs, they’re able to service us in a much different way than commercial banks.” Rei Pérez, Vice President of Carver Federal Savings Bank, said loans for low- and moderate-income bankers improve the economy of the city, while CDFIs can help stimulate infrastructure. “We need stronger funding at every level of government for CDFIs so that we could provide spending for affordable housing ― which is a critical issue in this city ― and the building of schools, the building of daycare centers,” said Pérez. In De La Rosa’s case, knowledge was power. She had a $500 debt to her cell phone company and said she was unaware of its impact in preventing her from getting credit. “I had heard of a credit score before but I didn’t know what it was,” she said. Her work with Phipps led De La Rosa to set up a credit building loan and a savings account to quickly rebuild her score and Phipps convinced the cell phone company to remove the debt from her credit report. “I’ve paid off $800 of my $1000 credit building loan and also have over $800 in savings,” said De La Rosa, who said her credit score, which once hovered around 500, has increased to about 700. “More people need to understand how important programs like these are,” said De La Rosa. “It’s made a huge difference in my life.” Derison Puntier, a financial counselor with Phipps Neighborhoods, said his firm launched the nation’s first FEC in 2008, in partnership with DCA and the city’s Office of Financial Empowerment. Last year, Phipps held over 1,900 one-on-one counseling sessions, he said, helping low-income residents with debt, opening bank accounts, applying for government bank accounts, identity theft and other issues. “Credit building loans are one of most important tools we have,” said Puntier. “We have to make sure that every dollar counts.” For more information, please visit pubadvocate.nyc.gov or call 212.669.7250. Historia y fotos por Gregg McQueen “En lugar de vivir día a día, tengo un plan para mi carrera y [mis] ahorros”, dice ella. El año pasado, solicitó ayuda a un Centro de Empoderamiento Financiero (FEC, por sus siglas en inglés), dirigido por Phipps Neighborhoods, que brinda asesoría financiera individualizada y pudo construir sus ahorros. Pero el trabajo de las opciones bancarias comunitarias como las ofrecidas por Phipps está en peligro y debe ser apoyado de manera más adecuada, argumenta la defensora pública Letitia James. Citando una “crisis de salud financiera” de los residentes de bajos ingresos, James está pidiendo a la ciudad aumentar el apoyo a los bancos comunitarios, cooperativas de crédito e instituciones financieras de desarrollo comunitario (CDFI, por sus siglas en inglés), con el fin de estimular el acceso a préstamos y productos bancarios de los neoyorquinos. James señaló información del Departamento de Asuntos del Consumidor (DCA, por sus siglas en inglés) de la ciudad que indican que uno de cada nueve hogares de la Ciudad de Nueva York no tiene una cuenta bancaria. El 17 de julio, James visitó el Banco Spring para publicar un reporte detallando sus recomendaciones de aumentar el uso de la ciudad de los pequeños bancos comunitarios y cooperativas de ahorro y crédito que tienden a personalizar los servicios bancarios para los consumidores de bajos ingresos. El Banco tiene dos ubicaciones – el del Bronx y uno más en Harlem. “Debemos asegurarnos de que estamos ampliando y fortaleciendo a los bancos comunitarios y a nuestras cooperativas de crédito para que podamos mejorar nuestra salud financiera, tanto para las personas como para las comunidades locales y los pequeños negocios”, dijo James, explicando que esas instituciones ofrecen una línea de vida a los pequeños negocios y los individuos que a menudo reciben una negativa sobre préstamos de los bancos más grandes. “Los bancos comunitarios a menudo son los que dan a las personas y los pequeños negocios el dinero que necesitan para tener éxito”, dijo. En sus recomendaciones, James pidió a la ciudad depositar fondos en esas instituciones, crear un programa de préstamos para ciertos trabajadores de la ciudad y aumentar el financiamiento local para las CDFI, un programa federal para estimular préstamos a comunidades desatendidas El presidente del Banco Spring, Eric Pallas, dijo que el financiamiento de las CDFI permitió que su banco proporcionara productos de préstamos para ayudar a los clientes de bajos ingresos a evitar préstamos de alto costo. “No sólo son una alternativa, sino que ayudan a cambiar la cultura”, señaló. “Vienen con un mecanismo de ahorro que ayuda al cliente a romper el ciclo de la pobreza”. James rechazó una propuesta en el presupuesto 2018 del presidente Donald Trump que reduciría el financiamiento de las CDFI en un 30 por ciento, calificando los efectos potenciales de “devastadores” para los neoyorquinos de bajos ingresos. También expresó su oposición a la legislación estatal pendiente que permitiría a las empresas de cambio de cheques proporcionar préstamos a pequeños negocios. Tuesday Brooks, dueña de un pequeño negocio de Harlem, explicó cómo el Banco Spring le proporcionó un préstamo para ayudar a su empresa. Brooks fundó Ajoy Management Enterprise, que presta servicios de nómina, contabilidad e impuestos a otros pequeños negocios en la ciudad, hace ocho años, pero carecía de recursos para mercadotecnia y fue rechazada por los grandes bancos debido a la falta de capital. “Fue difícil, porque no tenía suficientes fondos para comercializarme”, dijo. “Estos bancos comunitarios, cooperativas de ahorro y crédito, CDFI, nos pueden servir de una manera muy diferente a los bancos comerciales”. Rei Pérez, vice presidente del Banco Carver Federal Savings, dijo que los préstamos para los banqueros de ingresos bajos y moderados, mejoran la economía de la ciudad, mientras que los CDFI pueden ayudar a estimular la infraestructura. “Necesitamos un financiamiento más fuerte en todos los niveles del gobierno para que los CDFI puedan proveer gasto en vivienda asequible -que es un tema crítico en esta ciudad- y la construcción de escuelas, de guarderías”, dijo Pérez. En el caso de De La Rosa, el conocimiento fue poder. Ella tenía una deuda de $500 dólares con su compañía de telefonía celular y dijo que no era consciente de su impacto en evitar que obtuviera un crédito. “Yo había oído hablar de una puntuación de crédito antes, pero no sabía lo que era”, explicó. Su trabajo con Phipps llevó a De La Rosa a crear un préstamo para construcción de crédito y una cuenta de ahorros para reconstruir rápidamente su puntuación y convencer a la compañía de teléfonos celulares de que eliminara la deuda de su reporte de crédito. “He pagado $800 dólares de mi préstamo de construcción de crédito de $1000 dólares y también tengo más de $800 dólares en ahorros”, destacó, explicando que su puntaje de crédito, que en su día oscilaba en alrededor de 500, ha aumentado a cerca de 700. “Más gente necesita entender lo importantes que son estos programas”, dijo De La Rosa. “Ha hecho una gran diferencia en mi vida”. Derison Puntier, asesor financiero de Phipps Neighborhoods, dijo que su firma lanzó el primer FEC en 2008, en asociación con DCA y la Oficina de Fortalecimiento Financiero de la ciudad. El año pasado, Phipps realizó más de 1,900 sesiones de asesoría individual, dijo, ayudando a los residentes de bajos ingresos con deuda a abrir cuentas bancarias, a solicitar cuentas bancarias del gobierno, con robo de identidad y otras cuestiones. “Los préstamos para la construcción de créditos son una de las herramientas más importantes que tenemos”, dijo Puntier. “Aquí, tenemos que asegurarnos de que cada dólar cuente”. Para obtener más información por favor visite pubadvocate.nyc.gov o llame al 212.669.7250.Call for Full Credit
“We must ensure that we are expanding and strengthening our community banks and our credit unions so we can improve our financial health for individuals as well as our local communities and small business as well,” stated James, who said those institutions offer a lifeline to small businesses and individuals who are often denied loans by larger banks.
“It was difficult, because I didn’t have enough funds to market myself,” she said.
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Samantha De La Rosa está en preparación.
“Mientras caminan por este barrio, no verán a los bancos tradicionales”, comentó James. “Las cooperativas de ahorro y crédito y los bancos comunitarios están orientados económicamente para atender a las comunidades de bajos ingresos”.