After a fright, resolve and some treats
Después de un susto, mresolución y buscando dulces

After a fright, resolve and some treats
Story and photos by Robin Elisabeth Kilmer

Two days after Hurricane Sandy came knocking into the coast, local families responded with resolve, determined to keep a semblance of normalcy for their families.
And for many, that meant Halloween on October 31st, even if it was just a day after the worst storm in a generation.
On 125th Street near St. Nicholas Avenue, Spirit Halloween, a seasonal costume chain store, opened its doors after being closed for days.
The store was packed with midday shoppers off from school and work, and open late, until 11 p.m.
Noel Olivencia, an employee, would be there until closing and did not mind.
“I’m celebrating, at work,” he said, proudly displaying his Michael Jackson costume.
Customers walked through aisles of rubber swords and heads, including masks of presidential contenders Mitt Romney and Barack Obama.

Melanie Ullah, whose job upstate was without electricity, popped by to get a size small Grim Reaper costume.
“I’m strictly here for the kids,” she laughed. “I had planned on coming by on Monday, but I’m glad I could run out and get something last minute.”
And while costumes were available, not every celebration could be pulled off perfectly.
The Uptown Sports Complex in Kingsbridge had to cancel its annual haunted house, which usually features 27 spooky characters.
Transportation delays and a city-mandated curfew for teens reduced characters to 4, reported manager Jonathan Piberus.

Piberus and Javier, a gymnastics instructor, were making do with the change of plans and expectations.
“It’s disappointing.
We had a lot of things planned,” said Javier.
With tinted contacts and vampire teeth, Javier manned the gymnastics-themed tumble room.
“Some are upset, but everyone is understanding,” said Piberus. “I think the storm has made people friendlier.”
The Cranny family usually travels upstate to trick-or-treat, but this year they enjoyed their bounty from local businesses that were giving out candy, including the Complex.
“We’re glad this option is still available,” said mother Helen.

A few blocks south of Uptown Sports Complex, neighbors dined at El Malecon Restaurant. Though the restaurant was not giving out candy, it was still packed and warm.
Elena Rodríguez was there with her three daughters, Emily, Ariel and Bella. Emily explained that they were dressed as a witch, a gothic witch and a pony.
They had been without electricity since Hurricane Sandy blew through.
“It’s our first time here,” said Rodríguez. “We usually like to be at home.”
They were told that their electricity would be fixed in a week, at the earliest, so perhaps they would be making more forays to El Malecon.

“I’ll die without T.V,” lamented Emily.
Since the storm, the family has been spending a lot of time together, and Rodríguez reported that they had been making the best of it.
“They play a lot; it’s like a party,” she said, only revealing a hint of exhaustion.
Andre and Joani Ortiz had come into El Malecon with Jon and Maejol.
Yoani, Maejol and Jon recently arrived to the United States from Cuba—just like Sandy.
The storm, which was tropical in origin, killed 11 people on their native island.

“In Cuba, it’s worse, the sea is closer. The buildings are older, and are knocked down more easily,” said Yoani, who was glad to be in the Bronx.
It was Joani, Jon and Maejol’s first Halloween. “We’re seeing a lot of new things,” said Yoani.
Jon, who was dressed as a pirate, yielded his sword with relish.
And despite the lack of ready-made and official Halloween entertainment, the usual delighting in all things spooky had not been lost on the family.
“The wind scared me,” said Maejol. “It was howling!”
Después de un susto, mresolución y buscando dulces
Historia y fotos por Robin Elisabeth Kilmer

Dos días después que “Frankenstorm Sandy” golpeara la costa, las familias locales respondieron con determinación, decididos a mantener una apariencia de normalidad para sus familias.
Y para muchos, eso significó el Día de las Brujas el 31 de octubre, aun cuando fue un día después de la peor tormenta en una generación.
En la Calle 125 cerca de la Avenida St. Nicholas, ‘Spirit Halloween’, una cadena de disfraces, abrió sus puertas luego de estar cerrada por días.
La tienda estaba llena de clientes que no tenían escuela ni trabajo, y abrieron hasta las 11pm.

Noel Olivencia, un empleado, estuvo ahí hasta que cerraran y no le importó tener que pasar la mayor parte del día trabajando.
“Estoy celebrando ahora, en el trabajo”, dijo, mostrando orgullosamente su disfraz de Michael Jackson. Los clientes caminaban a través de pasillos de espadas de gomas, cabezas, incluyendo máscaras de los oponentes Mitt Romney y Barack Obama.
Melanie Ullah, cuyo trabajo en la parte alta del estado estaba sin electricidad, fue a buscar un tamaño pequeño.
“Estoy aquí estrictamente por los niños”, sonrío.
“Había planeado venir el lunes, pero estoy contenta de haber podido salir y conseguir algo de último minuto”, dijo ella.
Y aunque los disfraces estaban disponibles, no todas las celebraciones del Día de las Brujas serán perfectas.
El Complejo de Deportes del Alto Manhattan en Kingsbridge tuvo que cancelar su mansión embrujada anual, la cual normalmente presenta 27 personajes.
Los retrasos en la transportación y el mandatario toque de queda para los adolescentes redujo los personajes a cuatro, reportó el gerente nocturno Jonathan Piberus.

Los instructores del Complejo de Deportes del Alto Manhattan Piberus y Javier se arreglaban con el cambio de planes y las expectativas.
“Es decepcionante. Teníamos muchas cosas planificadas”, dijo Javier. “Algunas personas molestos, pero todo el mundo entiende”, dijo Piberus. “Pienso que la tormenta ha hecho a la gente más amigable.”
La familia Cranny normalmente va a la parte alta del estado a ‘trick-or-treat’, pero este año disfrutaron de las regalías de negocios locales que estaban dando dulces, incluyendo el Complejo. “Estamos contentos de que esta opción todavía está disponible”, dijo Helen.
A algunos bloques al sur del Complejo de Deportes del Alto Manhattan los vecinos cenaban en el Restaurante El Malecón.
Aunque el restaurante no estaba dando dulces, estaba lleno y cálido.

Elena Rodríguez estaba ahí con sus tres hijos, Emily, Ariel y Bella.
Emily explicó que estaban vestidos como bruja, una bruja gótica y un pony. Han estado sin electricidad desde que pasó el Huracán Sandy.
“Esta es nuestra primera vez aquí”, dijo Rodríguez. “Normalmente nos gusta estar en la casa”. Les dijeron que su electricidad iba a ser reparada en una semana, así es que a lo mejor estarán dando más viajes a El Malecón.
“Yo me muero sin televisión”, lamentó Emily.
Desde la tormenta, la familia ha estado pasando mucho tiempo junta y Rodríguez reporta que han estado haciendo lo mejor de ello.
“Juegan mucho; es como una fiesta”, dijo ella, revelando solo un poco de agotamiento.

Andre y Joani Ortiz fueron a El Malecón con Jon y Maejol.
Yoani, Maejol y Jon llegaron recientemente a los Estados Unidos desde Cuba – justo como Sandy.
La tormenta, de origen tropical, mató a 11 personas en Cuba.
“En Cuba, es peor, el mar está más cerca. Los edificios son más viejos y son derivados más fácilmente”, dijo Yoani, quien estaba contenta de estar en el Bronx.
Era el primer Día de las Brujas de Joani, Jon y Maejol.
“Estamos viendo muchas cosas nuevas”, dio Yoani.
Jon, quien estaba vestido como pirata, alzaba su espada con deleite.
Y a pesar de la falta de entretenimiento oficial del Día de las Brujas, el normal deleite de todas las cosas espeluznantes todavía no se ha perdido en la familia.
“El viento me asusta”, dijo Maejol. “Estaba aullando”.