A lion at rest
Un león descansa

A lion at rest
Story and photos by Mónica Barnkow

“They are having a sale.”
It was a little white lie one mother told her young daughter in the early evening hours of Mon., Jan. 5th as they walked past the hundreds lined outside the Frank E. Campbell Funeral Home on Madison Avenue.
It was a small trick of rhetoric that the man they had gathered to honor might appreciate, intended as it was to shield a little girl from the big notions of life and death – for just a little bit longer.
Former New York State Governor Mario Cuomo, 82, died on January 1st, a few hours after his eldest son, Andrew Cuomo was sworn in for his own second term as Governor.
Gov. Mario Cuomo was celebrated as a proud liberal Democrat, a devout Roman Catholic, and a formidable leader renowned for soaring oratory and a pragmatic political philosophy.
He would serve three terms.

Cuomo’s wake drew hundreds of mourners from across New York, who braved frigid temperatures and a long, hours-long wait to pay last respects to a man many considered the state’s best chief executive officer.
Among those in attendance were Vice President Joe Biden, House Minority Leader Nancy Pelosi, Sen. Charles Schumer of New York, former state Comptroller Carl McCall, and actor Alan Alda.
A patron at a nearby diner, observing the crowds from the comfort of her booth indoors, was in awe. The local resident noted that services for many bold-faced names were common at the funeral home.
“[But] I’ve never seen anything like this before,” she said, shaking her head.
Former Governor George E. Pataki, a Republican who thwarted Cuomo’s fourth-term aspirations in 1994, spoke of his former political rival with admiration.

“We are diminished by his passing,” said Pataki. “He always wanted to do what was best for the people of the state.”
“He was an inspirational leader, a champion of the common men and women,” added Buffalo Mayor Byron Brown.
The brothers-in-political-arms were far from alone in recalling Cuomo’s generosity of spirit.
“He was the most important, amazing individual in my life,” said Dan Rubino, a lawyer and owner of a golf range business of the Bronx’s Pelham Park. Cuomo had been Rubino’s law and business partner. The pair met after Cuomo’s final term as governor, when he joined Willkie, Farr and Gallagher to resume his career as a lawyer.
Those with no personal relationship to Cuomo remembered him warmly as an inclusive and populist leader.

“He remembered all the people,” said Wendy, who declined to give her last name. “He tried to help the poorest and to remind the richest of their obligations.”
“He stood strong against the death penalty and made ‘liberalism,’ a term that often has a negative connotation, a good word,” said Marcia McBroom Small.
Cuomo, the son of immigrants Andrea and Immaculata Cuomo, was raised in eastern Queens, and became the state’s first governor of Italian descent. He proudly touted his humble beginnings and pride in his family’s heritage – qualities which endeared him to Richard Green.
“A very beautiful human being who happened to be the Governor,” he said of Cuomo.
“This man did a lot for the Hispanic community,” remarked Carla Pinza, who, together with Former First Lady Matilda Cuomo, advocated for the establishment of the Day of the African Child at the United Nations in the 1980’s.
Just hours away from marking Three Kings’ Day, the last day of the Christmas season, Pinza likened the man known to so many as simply “Mario” to the journeymen famed for their knowledge.
“He was a very wise man.”
Un león descansa
Historia y fotos por Mónica Barnkow

“Hay una barata”.
Fue una pequeña mentira blanca que una madre le dijo a su joven hija en las tempranas horas de la tarde del lunes 5 de enero mientras pasaban junto a cientos de personas formadas afuera de la funeraria Frank E. Campbell sobre la avenida Madison.
Fue un pequeño truco retórico que el hombre al que se habían reunido para honrar podría apreciar, pues la intención era la de proteger a una niñita, por un poco más de tiempo, de las grandes nociones de la vida y la muerte.
El ex gobernador del estado de Nueva York, Mario Cuomo, de 82 años, murió el 1 de enero, pocas horas después de que su hijo mayor, Andrew Cuomo, prestara juramento para su segundo mandato como gobernador.

El gobernador Mario Cuomo fue celebrado como un demócrata liberal orgulloso, un devoto católico romano y un líder formidable conocido por su elevada oratoria y una filosofía política pragmática.
Prestó servicio durante tres períodos.
El velorio de Cuomo atrajo a cientos de dolientes de todo Nueva York, quienes desafiaron las gélidas temperaturas y una fila de largas horas de espera para prestar un último homenaje a un hombre al que muchos consideran el mejor presidente ejecutivo estatal.
Entre los asistentes estuvieron el vicepresidente Joe Biden, la líder de la minoría Nancy Pelosi, el senador de Nueva York Charles Schumer, el ex contralor del estado Carl McCall y el actor Alan Alda.
Una clienta en un restaurante cercano observaba asombrada a la multitud desde la comodidad del interior del lugar. La residente local señaló que los servicios para muchos nombres en negrita eran comunes en la funeraria.

“[Pero] nunca había visto nada como esto antes”, dijo, sacudiendo la cabeza.
El ex gobernador George E. Pataki, un republicano que frustró las aspiraciones de Cuomo para un cuarto período en 1994, habló con admiración de su ex rival político.
“Estamos mermados por su muerte”, dijo Pataki. “Él siempre quiso hacer lo mejor para la gente del estado”.
“Fue un líder inspirador, un campeón de los hombres y las mujeres comunes”, añadió Byron Brown, alcalde de Búfalo.
Los hermanos de armas políticas no fueron los únicos que recordaron la generosidad de espíritu de Cuomo.
“Él fue la persona más importante e increíble en mi vida”, dijo Dan Rubino, abogado y propietario de un negocio de práctica de golf en Pelham Park en el Bronx. Cuomo fue su socio legal y de negocios. Se conocieron después del último período de Cuomo como gobernador, cuando se unió a Willkie, Farr y Gallagher para reanudar su carrera como abogado.
Aquellos sin relación personal con Cuomo lo recordaron cálidamente como un líder inclusivo y populista.

“Recordaba a todas las personas”, dijo Wendy, quien prefirió omitir su apellido. “Trató de ayudar a los más pobres y de recordarle a los más ricos sus obligaciones”.
“Se opuso firmemente a la pena de muerte e hizo del término liberalismo, el cual a menudo tiene una connotación negativa, una buena palabra”, dijo Marcia McBroom Small.
Cuomo, hijo de los inmigrantes Andrea and Immaculata Cuomo, fue criado en el este de Queens, y se convirtió en el primer gobernador estatal de ascendencia italiana. Con orgullo promocionó sus humildes comienzos y su herencia familiar, cualidades que le ganaron la simpatía de Richard Green.
“Fue un bello ser humano que resultó ser gobernador”, dijo sobre Cuomo.

“Este hombre hizo mucho por la comunidad hispana”, comentó Carla Pinza, quien junto con la ex primera dama Matilda Cuomo, abogó por el establecimiento del Día del Niño Africano en las Naciones Unidas en la década de 1980.
A unas horas de celebrar el día de los Reyes Magos, el último día de la temporada navideña, Pinza comparó al hombre conocido por tantos como simplemente “Mario” con los trabajadores, famosos por sus conocimientos.
“Era un hombre muy sabio”.